Viejo cultivo con futuro. El lupulo

El lúpulo (Humulus lupulus) planta trepadora de la familia de las cannabáceas, es un ingrediente esencial para la elaboración de la cerveza. De sus flores convenientemente secadas, se extrae la lupulina, un elemento esencial que aporta el sabor amargo y el aroma característicos de la cerveza. Además, el lúpulo hace que la espuma de la cerveza sea más estable, ayuda a conservar su frescor y le confiere otras propiedades.
Flores de una planta hembra de Humulus lupulus
En origen, el lúpulo era una más de las plantas que se utilizaba para aromatizar la cerveza. Esta planta de la familia del cáñamo, tenía efectos sedantes y antisépticos, siendo valorada su acción contra las bacterias. Los Babilonios ya utilizaban el lúpulo para hacer una bebida llamada Sikar y en la India se elaboraba una bebida llamada Soma con el lúpulo como ingrediente.
 Otros de los  pobladores de Europa en épocas posteriores lo utilizaban por sus propiedades sedantes y antioxidantes y debido a sus componentes psicoactivos por ser una planta de la familia de los cannabinoides.
Aunque se supone que se empezó a usar para la elaboración de la cerveza en el siglo VIII, no hay documentación de su utilización hasta el año 868, cuando se utiliza en la fabricación de cerveza de la Abadía de Lobbes (Bélgica) por razones de higiene y conservación. Posteriormente se extiende su uso en toda Europa, llegando también a España.

En la zona de Galicia y Asturias fue donde primero se empezó a cultivar esta planta, en el año 1904. Se eligieron estas zonas ya que las plantas se trajeron desde Gran Bretaña pensando que sería buena zona por tener clima similar. Después de los problemas de abastecimiento de lúpulo que se dieron en la Primera Guerra Mundial, se volvió a cultivar, pero pronto se vería que era más barato importar que producir por lo que se abandona el cultivo. Como muchos otros.
Tras la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil, comienza en España un periodo de autosuficiencia y autarquía, creándose una Sociedad de Fomento del Lúpulo, que comienza su andadura en 1945. En esos años, siguen produciendo lúpulo tanto Galicia como León, Asturias, Navarra, si bien Galicia y Asturias se dejó de producir en los años 80 por problemas con el clima, las plagas y el coste de producción. Desde entonces prácticamente solo se cultiva lúpulo en León, aunque últimamente han vuelto a hacerse producciones muy pequeñas tanto en Galicia como en Rioja, y otras zonas.
Resulta que esta actividad agrícola es bastante interesante en sentido económico, —aunque los productores dicen que ya no es lo que era— por lo que al lúpulo se le conoce como el Oro verde. Y empieza a haber una nueva demanda de lúpulo por los fabricantes de cerveza artesana, aunque no tanto de variedades para la industria y si de variedades aromáticas, menos productivas pero mas interesantes.
Por lo tanto porque no volver con su cultivo en zonas de la cornisa Cantábrica donde antes se cultivo y que puede ser un complemento más a la maltrecha economía de la agricultura en esta zona.
En este enlace podéis encontrar información sobre los distintas variedades de lúpulos.
 Interesante también su cultivo para fabricar nuestra propia cerveza, acercándonos un poco mas a esa deseada autosuficiencia.


Sacando partido a unos chiles. Pasta harissa

Puse una planta de unos chiles parecidos a la cayena bastante picantes, creo que es los que llaman piri-piri. Estas han dado una buena producción de unas pequeñas guindillas,  a las que no sabia como darles salida, después de secar algunas y preparar otras pocas en aceite para añadir a platos y salsas.
Pero el otro día alguien me comento que porque no hacia pasta harissa, que era muy sencilla y se conservaba una buena temporada en la nevera. Y entonces empece a mirar recetas y ha probar, hasta que di con una que encontré en internet que me parece un poco mas suavizada que la original sin desviarse demasiado de la esencia de la misma. A esta receta  a veces le añado pimentón ahumado, hay las dos posibilidades, pues en algunas regiones de Marruecos lo hacen con pimientos ahumados y en otros no, de hecho, cada familia tiene su fórmula para hacer la harissa
La original se realiza solo con pimientos picantes.

Ingredientes para esta versión:
  • 130-150 gramos de pimiento rojo asado,
  •  3-5 chiles,  
  • 1 diente de ajo pequeño,  
  • 1/2 de cuchara de café de comino
  • 1/2 de cuchara de café de cilantro en grano
  • un chorrito de zumo de limón,  
  • 3/4 de cuchara de café de sal,  
  •  aceite de oliva virgen extra.
Dispón en el vaso de la batidora el pimiento asado (sin semillas), añade los chiles (piri-piri, chile serrano, guindilla…), también conviene retirar las semillas. Pela el diente de ajo, retira el germen del interior e incorpóralo al pimiento.
Tuesta un poco en una sartén sin engrasar el comino y el cilantro para que suelten mejor su aroma, a continuación tritúralos bien en el molinillo de café o en el mortero hasta obtener un polvo. Incorpóralo al vaso junto al zumo de limón y la sal.
Tritura hasta obtener una pasta, luego añade el aceite de oliva virgen extra y bate enérgicamente con una cuchara para que se ligue bien al pasta.
Comprueba que el punto picante que tiene sea de tu agrado y del de tus comensales, quizá quieres que esté un poco más salado, que se pronuncie un poco más el cilantro, o quieres probar con el pimentón ahumado.
 A continuación, vierte la salsa harissa a un tarro con tapa y déjala reposar en el frigorífico unas diez horas para que los sabores se potencien. Puedes conservarla en el frigorífico alrededor 2 semanas.
Esta salsa tunecina picante  se utiliza en la elaboración de tajines, cuscús, sopas o cremas, o lo que se te ocurra.
Espero os sirva para dar salida a esas guindillas que muchas veces no sabemos como aprovechar. ¡Y que os guste!
 

Alejar visitantes no deseados

El cultivo de plantas aromáticas y medicinales nos invitan a redescubrir el saber del medio rural de antaño.

Una de estas plantas, tenida como protectora y panacea para muchas enfermedades, la  ruda (Ruta graveolens), aunque seguimos incluyéndola en nuestras colecciones de plantas medicinales, apenas se usa hoy en día. Una de las causas es su toxicidad en dosis elevadas. Mas información sobre sus usos en este enlace.
A pesar de todo esto antiguamente si fue usada por los habitantes del campo. También se plantaba cerca de las casas para alejar brujas y maleficios. Esta función de alejar es de la que hablaremos hoy,Pero para alejar insectos no deseados en nuestros cultivos. 
Actualmente podemos ver en alguna bibliografía su aplicación para luchar contra ciertas plagas en forma de extracto fermentado, lo cierto es que una persona mayor de una aldea asturiana con al que coincidí este verano, y que era una gran fuente de sabiduría, me hablaba del uso de antiguo que hacían en algunos lugares de la misma como repelente de pulgones y orugas de la col. Aunque no hacían mas que dejar la planta en agua un par de días y rociaban el resultado (una infusión en frío) sobre las coles u otras plantas que querían proteger. También decida que se aplicaba para alejar a los ratones, cosa que tendré que probar con los topillos.
 Espero que os de ideas de como usar esta planta que en ocasiones no sabemos como utilizar. Pero en definitiva y como dicen los viejos: "esta todo inventado".

Lasagna gardening

El cultivo en lasaña del inglés lasagna gardening, también llamada “hoja de compostaje”, es un método de agricultura orgánica que no requiere labranza o cavado del terreno; en el que se produce un suelo rico, suave y esponjoso, con muy poco esfuerzo por parte del horticultor.
El nombre de cultivo lasaña deriva de la construcción estratificada de estos jardines comestibles. Este método consiste esencialmente en agregar capas de materiales orgánicos que irán madurando para dar lugar a un sustrato de gran fertilidad en el cual crecerán nuestras plantas.
Es una técnica idónea cuando disponemos de un suelo pobre, porque se produce un rápido enriquecimiento en materia orgánica y consecuentemente un incremento en la productividad. O también en suelos muy húmedos puesto que aislamos el cultivo de la tierra.
 Lo más destacable de la jardinería lasaña es lo fácil que es. No se tienen que quitar el césped ni las hierbas adventicias. No es necesario excavar, de hecho, no se tiene por qué trabajar la tierra en absoluto.
Hasta el momento no había encontrado nada sobre este sistema de cultivo publicado en castellano, aunque ya había visto bastante información en ingles. Pero hace unos días encontré una interesante entrada de como realizar uno de estos huertos en el blog El Arte de Vivir.
Yo he realizado un cuadro pequeño donde puse unas calabazas  yunas lechugas y me ha funcionado bastante bien. Pero se me ocurre que puede ser una técnica problemática en fincas donde haya presencia de rata topo (Arvicola terrestris), que puede utilizar los montones para anidar. Es cuestión de probar y poner en la base del montón tártago (Euphorbia lathyris) para repelerlas. Haré ensayos en otros terrenos y veremos los resultados.
Espero o sea útil la información y os animéis a probar. Me parece un sistema muy sencillo y que no precisa de mucho espacio.

¿Puede una bacteria hacernos mas inteligentes?

Mycobacterium vaccae,


¿Puede la simple exposición a una bacteria influir de algún modo en nuestra capacidad cognitiva? ¿O llegar incluso a hacernos más inteligentes? Un estudio recién presentado en el Congreso de la Sociedad Americana de Microbiología, celebrado en San Diego, afirma que sí, que es posible. O por lo menos eso es lo que sugieren una serie de experimentos de laboratorio hechos con ratones.

Se sabía hace algún tiempo que la exposición a una bacteria no patógena, presente en el suelo, puede tener ciertas cualidades antidepresivas al estimular el crecimiento de determinadas neuronas de la corteza prefrontal del cerebro, lo que provocaba a su vez un aumento en los niveles de serotonina (neurotransmisor de la felicidad y el bienestar) y una disminución de la ansiedad.

La responsable de estos efectos nos los provoca estar en contacto con Mycobacterium vaccae, una bacteria que vive en el suelo y que inhalamos cuando damos un paseo por el campo, plantamos el huerto, jugamos un rato en el parque o podamos las plantas del jardín.

Pero Dorothy Matthews y Susan Jenks, investigadoras de Sage Colleges, de Nueva York, han ido mucho más allá al sugerir que esas mismas bacterias también podrían incrementar nuestra capacidad de aprendizaje.

Como se sabe también que la serotonina podría tener un papel en el aprendizaje los científicos decidieron investigar si la M. vaccae podría mejorar la inteligencia.

Con ese fin, la doctora Matthews condujo una serie de experimentos con dos grupos de ratones, uno había ingerido la bacteria viva y el otro no había tenido contacto con el patógeno, y estudiaron la capacidad de los animales para trasladarse por un laberinto.

"Encontramos que los ratones alimentados con M. vaccae viva navegaron por el laberinto dos veces más rápido y con menos ansiedad que los ratones del otro grupo", dice la investigadora.

En un segundo experimento los científicos retiraron la bacteria de la dieta de los ratones y se volvió a estudiar su conducta en el laberinto. Aunque los ratones corrieron por el laberinto más lentamente que cuando habían ingerido la bacteria, en promedio corrieron más rápido que los ratones que no habían consumido el microbio, dicen los investigadores.

"Creemos que estos resultados son importantes porque sugieren una relación entre los microbios y la función cerebral", dijo a la BBC la doctora Matthews.

Son bien conocidos los efectos positivos de pasar tiempo en contacto con la naturaleza, pero esta bacteria parece darnos mas motivos para pasar mas tiempo dedicándonos a nuestros huertos.

"El mensaje para la gente es salga al exterior, interactúe con la tierra, porque quizás esto lo podrá beneficiar de formas que nunca se imaginó "
Dra. Dorothy Matthews 

Se me ocurren cantidad de personajes que quizás debieran salir mas al campo...


 

Una planta muy versatil

Hace unos días hablamos un colega y yo, sobre el girasol perenne, de sus usos y la manera de conseguir sus semillas. Pues no se porque extraña casualidad me ofrecieron semillas al poco tiempo.
Helianthus maximiliani
El interés  por esta planta de la familia de las Asteráceae y pariente del girasol, el Helianthus maximiliani, ademas de por su carácter ornamental, me viene  porque en varios artículos aparece como una de las diez flores imprescindibles como compañeras de nuestros cultivos. El abundante néctar de sus numerosas flores convierten a esta planta en un buen reclamo para la fauna auxiliar y los polinizadores.
Esta especie de girasol tiene un tallo alto y resistente, lo que la convierte en un buen cortavientos para proteger a otros cultivos.
 En Norteamérica de donde es originaria los nativos consumían sus raíces y de sus semillas  extraían aceite, también  colorante de sus flores. Los primeros colonos usaban baños con sus flores para tratar dolores artríticos.
Por si todo esto fuera poco también son usados para forraje, como otros girasoles, y sus semillas se incluyen en algunos piensos para aves y ovejas. Estos frutos, que se presentan en el otoño, son disfrutados por una  gran variedad de aves y otros animales salvajes.
El girasol perenne se utiliza en algunas zonas como planta filtradora de aguas residuales y drenante  de suelos húmedos ya que tolera zonas anegadas.
Todo esto da un valor añadido a esta planta que por la abundancia de flores amarillas, durante el verano, en contraste con su follaje verde-grisaceo se merece estar en cualquier huerto, jardín o diseño permacultural.
Me comentaban que el único problema era la mala germinación de sus semillas, pero que una vez sacada adelante en el semillero e implantada en el terreno su cultivo era sencillo. En cuanto a los problemas de germinación he leído que se solucionan con un estratificado en el frigorífico durante un par de meses, lo que elimina  los inhibidores de crecimiento de las semillas, ya que procede de zonas con inviernos fríos.
Os iré contando que tal al experiencia. De momento pinta bien.

El sueño de la Angioplastia coronaria ambulatoria

El sueño de la angioplastia coronaria ambulatoria ha llegado para quedarse *Se está notando, en nuestro país, una tendencia en alza, aunque demorada y moderada, a efectuar ahora muchos procedimientos de revascularización miocárdica del tipo de las angioplastias coronarias por la arteria radial. Así, el sueño de la angioplastia coronaria ambulatoria ha llegado para quedarse, logrando en algunos casos seleccionados el “alta” o egreso del paciente hospitalizado luego de su angioplastia el mismo día del procedimiento. La arteria radial, es un vaso que puede ser apreciado en la muñeca a nivel del pulso arterial y es famosa desde los tiempos de Hipócrates. Es ahora esta arteria y esta técnica objeto de difusión –por ciertos sectores médicos, los de siempre, mediante la prensa- como conducto vascular, pasible de ser útil para ingresar al organismo –por punción- catéteres y “stents” coronarios en este tipo de procedimiento cardiológico moderno. En realidad, la técnica de la arteria radial comenzó en Europa en el año 1989 con Campeau pero siempre predominó la vía femoral. Por la vía radial, de este modo, desde la muñeca, el catéter sube y entra en las arterias radial, humeral y axilar, sucesivamente, hasta desembocar en la aorta, para luego navegar por las arterias coronarias. La angioplastia transluminal coronaria es una técnica mínimamente invasiva percutánea –a través de la piel- y endovascular –por dentro del vaso-, que utilizan los cardiólogos intervencionistas para intentar anular la isquemia de miocardio debido a una o a varias obstrucciones arteriales. La angioplastia puede ser empleada en otros territorios vasculares: arterias renales, arterias femorales, etc. Fue, es y será por mucho tiempo un verdadero “dolor de cabeza” para los cirujanos cardiovasculares, debido a la merma en el flujo de trabajo que les significó esta técnica coronaria poco invasiva ahora en manos de los cardiólogos; método que se renueva cada año y expande sus indicaciones médicas. Se estima que tan sólo en los EE.UU de América, la cantidad de procedimientos de este tipo, superará –dentro de poco- la importante cifra de 1 millón de casos anuales, superando al by-pass aorto-coronario en todo el mundo en cuestión de volumen de pacientes. En nuestro país, en cambio, si bien la angioplastia creció, no lo hizo a un ritmo sostenido. Para el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas, la entidad que aglutina a todos los cardiólogos intervencionistas; en el año 2007 –año de la última estadística- reefectuaron más de 20.000 angioplastías. Se concretaron de este modo, casi la mitad de procedimientos que los practicados en Uruguay, por ejemplo; a razón de 450 intervenciones en Argentina por millón de habitantes. Seguro todo, porque se debe recordar que el by-pass (1962/64/67/68) se hizo en los Estados Unidos; con pacientes, clínicas y hasta equipos médicos de soporte –y algo más- también de origen estadounidense. La angioplastia, nace en Estados Unidos de América, en el año 1964, de la mano de un radiólogo vascular estadounidense de origen alemán, Charles Dotter, quien la hace para las arterias de las piernas. Dotter le puso el nombre de “angio” por vaso y de “plastia” por reparación. Y este pionero tuvo su discípulo argentino Luis De La Fuente, quien a su vez, es pionero de la angioplastia radial en nuestro país así como de la angioplastia femoral (1979) y de la angioplastia con “stent” farmacológico a nivel mundial (1999). Para que tengamos una idea, debemos informar –nobleza obliga- que el doctor De la Fuente rechazó una propuesta para introducir y desarrollar la angioplastia en el Principado de Mónaco, por ejemplo; la cuna del jetset mundial y de las celebridades en Europa si las hay en 1998. Volviendo a la técnica de dilatación por catéter o angioplastia del “maestro” Dotter, ésta fue frenada en EE.UU por los cirujanos cardiovasculares y por ello –a posteriori- fue impulsada por un médico alemán en Europa, Andreas Grüentzig, quien vivió –de niño- como refugiado de guerra en Argentina. Grüentzig, inició la angioplastia coronaria en 1977 utilizando la arteria femoral (a nivel de la ingle). Como se puede apreciar, todos los caminos se entrecruzan y todas las conexiones son posibles. Dotter, además, inventó la palabra “stent” (1968), que es la endoprótesis vascular que se coloca dentro de la milimétrica arteria coronaria o en otras para mantener la apertura del vaso. Algunos cardiólogos intervencionistas, jóvenes y “agresivos” postulan que dentro de muy poco tiempo todas las lesiones coronarias podrán ser tratadas por angioplastia salvo las lesiones severas del tronco de la arteria coronaria izquierda así como las lesiones múltiples en aquellos pacientes con diabetes. La angioplastia radial, aunque es más compleja en la faz técnica para el operador (un cardiólogo intervencionista); es según los expertos “una técnica que ha llegado para quedarse”; dada sus importantes ventajas en aquellos pacientes que felizmente la puedan recibir. FUENTE: PORTAL MINUTO UNO WWW.MINUTOUNO.COM.AR