¿Puede una bacteria hacernos mas inteligentes?

Mycobacterium vaccae,


¿Puede la simple exposición a una bacteria influir de algún modo en nuestra capacidad cognitiva? ¿O llegar incluso a hacernos más inteligentes? Un estudio recién presentado en el Congreso de la Sociedad Americana de Microbiología, celebrado en San Diego, afirma que sí, que es posible. O por lo menos eso es lo que sugieren una serie de experimentos de laboratorio hechos con ratones.

Se sabía hace algún tiempo que la exposición a una bacteria no patógena, presente en el suelo, puede tener ciertas cualidades antidepresivas al estimular el crecimiento de determinadas neuronas de la corteza prefrontal del cerebro, lo que provocaba a su vez un aumento en los niveles de serotonina (neurotransmisor de la felicidad y el bienestar) y una disminución de la ansiedad.

La responsable de estos efectos nos los provoca estar en contacto con Mycobacterium vaccae, una bacteria que vive en el suelo y que inhalamos cuando damos un paseo por el campo, plantamos el huerto, jugamos un rato en el parque o podamos las plantas del jardín.

Pero Dorothy Matthews y Susan Jenks, investigadoras de Sage Colleges, de Nueva York, han ido mucho más allá al sugerir que esas mismas bacterias también podrían incrementar nuestra capacidad de aprendizaje.

Como se sabe también que la serotonina podría tener un papel en el aprendizaje los científicos decidieron investigar si la M. vaccae podría mejorar la inteligencia.

Con ese fin, la doctora Matthews condujo una serie de experimentos con dos grupos de ratones, uno había ingerido la bacteria viva y el otro no había tenido contacto con el patógeno, y estudiaron la capacidad de los animales para trasladarse por un laberinto.

"Encontramos que los ratones alimentados con M. vaccae viva navegaron por el laberinto dos veces más rápido y con menos ansiedad que los ratones del otro grupo", dice la investigadora.

En un segundo experimento los científicos retiraron la bacteria de la dieta de los ratones y se volvió a estudiar su conducta en el laberinto. Aunque los ratones corrieron por el laberinto más lentamente que cuando habían ingerido la bacteria, en promedio corrieron más rápido que los ratones que no habían consumido el microbio, dicen los investigadores.

"Creemos que estos resultados son importantes porque sugieren una relación entre los microbios y la función cerebral", dijo a la BBC la doctora Matthews.

Son bien conocidos los efectos positivos de pasar tiempo en contacto con la naturaleza, pero esta bacteria parece darnos mas motivos para pasar mas tiempo dedicándonos a nuestros huertos.

"El mensaje para la gente es salga al exterior, interactúe con la tierra, porque quizás esto lo podrá beneficiar de formas que nunca se imaginó "
Dra. Dorothy Matthews 

Se me ocurren cantidad de personajes que quizás debieran salir mas al campo...