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Una planta muy versatil

Hace unos días hablamos un colega y yo, sobre el girasol perenne, de sus usos y la manera de conseguir sus semillas. Pues no se porque extraña casualidad me ofrecieron semillas al poco tiempo.
Helianthus maximiliani
El interés  por esta planta de la familia de las Asteráceae y pariente del girasol, el Helianthus maximiliani, ademas de por su carácter ornamental, me viene  porque en varios artículos aparece como una de las diez flores imprescindibles como compañeras de nuestros cultivos. El abundante néctar de sus numerosas flores convierten a esta planta en un buen reclamo para la fauna auxiliar y los polinizadores.
Esta especie de girasol tiene un tallo alto y resistente, lo que la convierte en un buen cortavientos para proteger a otros cultivos.
 En Norteamérica de donde es originaria los nativos consumían sus raíces y de sus semillas  extraían aceite, también  colorante de sus flores. Los primeros colonos usaban baños con sus flores para tratar dolores artríticos.
Por si todo esto fuera poco también son usados para forraje, como otros girasoles, y sus semillas se incluyen en algunos piensos para aves y ovejas. Estos frutos, que se presentan en el otoño, son disfrutados por una  gran variedad de aves y otros animales salvajes.
El girasol perenne se utiliza en algunas zonas como planta filtradora de aguas residuales y drenante  de suelos húmedos ya que tolera zonas anegadas.
Todo esto da un valor añadido a esta planta que por la abundancia de flores amarillas, durante el verano, en contraste con su follaje verde-grisaceo se merece estar en cualquier huerto, jardín o diseño permacultural.
Me comentaban que el único problema era la mala germinación de sus semillas, pero que una vez sacada adelante en el semillero e implantada en el terreno su cultivo era sencillo. En cuanto a los problemas de germinación he leído que se solucionan con un estratificado en el frigorífico durante un par de meses, lo que elimina  los inhibidores de crecimiento de las semillas, ya que procede de zonas con inviernos fríos.
Os iré contando que tal al experiencia. De momento pinta bien.

Plantas compañeras de los pequeños frutos

Hace unas semanas hablábamos de la asociación de flores con arboles frutales. Pero existen también buenas compañeras de nuestros arbustos frutales, que los ayudan a protegerse de plagas y enfermedades.
Algunos ejemplos de asociaciones con las diferentes especies frutales son:


Las grosellas tanto rojas y blancas (Ribes rubrum) como negras (Ribes nigrum)se benefician de la presencia del cebollino, el ajenjo, la ruda y el tanaceto. Cuando son jóvenes se pueden cultivar entre arbustos cebollas y zanahorias.
Los frambuesos agradecen la compañía de  los ajos, la milenrama, el tanaceto y la ruda, siempre y cuando no interfieran en el desarrollo de las raíces y los nuevos brotes. Para ello lo mejor sera sembrar estas plantas al principio de las lineas de cultivo o en lineas paralelas. También hay estudios de plantación de trébol blanco entre las calles de cultivos de frambuesas, para usar, una vez segado, como acolchado de la linea y para atraer fauna útil.
Las fresas se benefician de la compaña de las Aliáceas (ajos, puerros, cebollas ,cebollinos...) que las protegen de enfermedades. La compaña del tomillo también parece agradarle a las fresas. Un acolchado de helechos nos ayuda a protegerlas del ataque de babosas y caracoles.
Espero que probéis y me contéis los resultados.

Derherbado natural del terreno

Al final del verano, sobre finales de agosto y septiembre después de recoger les fabes y patatas, los campesinos de Asturies, sembraban el terreno con cereal, bien avena, centeno o cebada por separado o mezclados entre ellos para córtalos en marzo para dar de comer al ganado. Estos también se mezclaban con veza para aumentar su poder nutritivo para el ganado.
Esta practica ademas de proporcionar alimento para las reses, y quizás sin saberlo, estaba aportando otros beneficios para la tierra, puesto que aunque no se enterrase en su totalidad, no deja de ser un abono verde. Aportando materia organica al suelo, al incorporar las raíces y restos de tallos al mismo.
Otro de los beneficios de esta practica es su capacidad desherbante del terreno. El centeno, la avena, la cebada y el trigo sintetizan sustancias (ácidos hidroxámicos) inhibidoras de la germinación y el crecimiento de otras plantas, incluso de algunos insectos. Propiedad que los cereales tienen en mayor cantidad cuando son jóvenes, y teniendo en cuenta que estos no se dejaban madurar,  la cumplían a la perfección.
Cuando se asociaban los cereales con una leguminosa, ademas estaban incorporando nitrógeno al suelo por la capacidad fijadora del mismo de estas plantas.  La veza, a parte de fijar este valioso nutriente, funciona como planta huésped de insectos auxiliares, cumpliendo la importante función de mantenerlos cerca de los cultivos. Y trabajaban el terreno por nosotros, puesto mejoran la estructura horizontal en la zona superficial del suelo.


Esta siembra de cereal a mi me funciona y me  ha ayudado a limitar el crecimiento de plantas no deseadas como la grama.
 Por todo esto, el recuperar formas de cultivo tradicionales nos pueden traer un buen numero de beneficios. Y no me refiero con tradicional al uso de herbicidas y otros venenos, con la disculpa que siempre se hizo, praxis que por cierto no tiene más que unas décadas.

Jardines comestibles

Si asociamos flores con nuestras hortalizas, ¿por que no plantar hortalizas entre nuestras flores?
En otros países esta practica es muy común, aprovechando así el carácter ornamental de hierbas y hortalizas, así como el espacio de cultivo.
En los jardines del medievo en los monasterios, el uso de espacios para el esparcimiento, reposo y el cultivo de hierbas y hortalizas no estaban reñidos.
Si disponemos de una pequeña parcela y no queremos renunciar a un jardín y tener un huerto, esta puede ser la alternativa. Olvidando el concepto de huerto lineal, con hortalizas agrupadas por especies y el jardín geométrico mono-varietal las posibilidades de diseño se multiplican, sin por ello renunciar al carácter estético de nuestros jardines. Formando en su conjunto un muy agradable rincón donde predomina el orden y el color, que no desentona con un jardín cuidado.
La gran variedad de flores, algunas de ellas comestibles, y de hortalizas de muchos colores nos permiten realizar multitud de combinaciones.Eso si deberemos tener en cuenta la compatibilidad de las especies plantadas y las necesidades de las mismas, permitiendo que todas ellas puedan vegetar en armonía. Un poco de estudio y experimentación nos irán mostrando los pasos a seguir.
La combinación de las hierbas aromáticas también son una buena opción en nuestro jardín comestible.


Atrevasmosnos a experimentar y dejemos atrás viejos prejuicios. Ademas estaremos fomentando la biodiversidad dentro de nuestro jardín.
Cultiva un ecosistema sostenible que proporcione a tu familia alimentos y flores, utilizando la relación natural de depredadores, plantas, las plagas y los insectos polinizadores. Sin el uso de químicos y pesticidas.

El tarwi


Hoy en el botánico me encontré en los huertos del Nuevo Mundo con Lupinus mutabilis, que se habían puesto como abono verde, en flor y con frutos. Y al verlos tan hermosos y que servían como abono verde, algunos estaban picandolos e incorporándolos a la tierra, me puse a investigar sus otros usos, puesto que había oído que se consumían en su zona de origen como alimento, con al intención de probar con su cultivo. La verdad es que en jardín botánico aguantaron bien todo el invierno.

El tarwi o chocho (Lupinus mutabilis) es una leguminosa originaria de los Andes del Perú, Bolivia, Ecuador, Argentina y Chile.  Sus semillas se emplean en la gastronomía de esos países desde la época pre-incaica. Su alto contenido de proteínas, mayor que el de la soja, lo hacen una planta de interés para la nutrición humana y en general, animal.
Esta planta es una leguminosa herbácea erecta de tallos robustos, algo leñosa. Alcanza una altura de 1,8–2 m. Se cultiva principalmente entre los 2000 y 3800 metros de altura, en climas templados y fríos. Las semillas de este vegetal da lugar a infinidad de preparaciones en la gastronomía peruana, especialmente como sancochado o cremas. Inclusive desde mucho antes del siglo XVI era parte importante de la dieta como fuente de proteínas. Se encontraron semillas en tumbas de la cultura Nazca.
La harina de tarwi se usa también hasta en 15% en la panificación, por la ventaja de mejorar considerablemente el valor proteico y calórico el producto.
Además, en estado de floración, la planta se incorpora a la tierra como abono verde, con buenos resultados mejorando la cantidad de materia orgánica, estructura y retención de humedad del suelo en los huertos.
Por si fuera poco los residuos de la cosecha (tallos secos) se usan como combustible por su gran cantidad de celulosa que proporciona un buen poder calorífico.
Ahora a conseguir semilla y probar con su cultivo. Este otoño los pondré como abono verde en mis bancales.

Más beneficios de asociar cultivos

Ejemplo de asociación para cultivos de verano
A parte de los beneficios de asociar cultivos con el fin de repeler plagas y favorecer el crecimiento de especies compatibles que conviven bien y su rendimiento es mayor que cultivar las mismas plantas por separado. El policultivo nos permite aprovechar mejor el espacio.
La mayoría de huertos familiares tienen el inconveniente de disponer de espacio limitado. Un pequeño huerto para el auto consumo, no suele ser muy grande y la cosecha que se puede sacar es limitada.
Hay varias estrategias para conseguir sacar el máximo provecho de poco espacio. La más interesante es combinar varios cultivos en un mismo espacio, es lo que técnicamente se conoce como asociar cultivos o también policultivo. Con el policultivo se busca conseguir un mayor rendimiento por metro cuadrado en comparación con el cultivo de una sola hortaliza.
Para aumentar la producción es importante diseñar correctamente la asociación de los cultivos:

  • Combinar plantas compatibles, evitaremos plagas y mejoraremos el rendimiento.
  • Combinar plantas de ciclo corto con plantas de ciclo largo. Las de ciclo corto como el rábano, la rúcula, lechugas, canónigos o el mastuerzo sirven para aprovechar el espacio mientras las plantas de ciclo más largo no se hacen lo suficientemente grandes.
 Yo personalmente pongo lechugas entre los tomates, recogiendo esta para cuando el tomate ha crecido o sembrando rabanitos con las zanahorias que me evitan aclareos y se desarrollan rápido dejando espacio para que estas se sigan desarrollando.Por un lado podemos poner dos especies que se complementan en su sistema radicular (uno es profundo (el melón) y el otro superficial (la lechuga) aprovechando los nutrientes de dos perfiles distintos del suelo y cultivando mas especies por superficie del mismo.

Evita el empobrecimiento y desequilibrio de la tierra que se produce cuando cultivas una sola especie y aprovecha al máximo el espacio cultivable de tu huerto, minimizando también la aparición de “malas hierbas”.

Prepararse para la que nos viene

Entramos en la primavera. Con la subida de las temperaturas primaverales somos más propensos a plagas de áfidos, babosas, orugas y otros problemas en nuestro huerto. Es importante estar atentos y anticiparse con labores preventivas para que estas poblaciones no se conviertan en incontrolables. El huerto es un ecosistema, un espacio pleno de seres vivos en donde cada uno juega su papel, incluidas las plagas y los agentes de enfermedades. Pero debemos considerar que las plagas y enfermedades son menos frecuentes en los sistemas biológicos equilibrados, por eso se trata de reforzar el equilibrio natural y mantenerlo.

No podemos aspirar a un control total, sino a reducir el daño mientras se mantiene un equilibrio. Algunos principios a tener en cuenta en este sentido:

• Cuidar la tierra de labor, es uno de los principios del huerto ecológico. Después del invierno hay que nutrir la tierra con compost o con abonos verdes y favorecer el desarrollo de microorganismos beneficiosos del suelo, como las micorrizas. Las plantas que crezcan en ella tendrán más posibilidades de resistir las agresiones del clima, las plagas o las enfermedades.

• Elegir plantas adaptadas al suelo, clima y estación. Si las condiciones no son adecuadas la planta crecerá frágil. A veces la elección de la variedad es algo determinante.

• Usar semillas, plantas o tubérculos resistentes y libres de enfermedades.

• Respetar las rotaciones de cultivos, para romper el ciclo de ciertas plagas y enfermedades ligadas al suelo. Se trata de no repetir una misma especie o una misma familia botánica en el mismo lugar. En general una rotación de 4 años es suficiente para contener las plagas y enfermedades que viven en la tierra.

• Asociar los cultivos intercalando diferentes hortalizas y aromáticas en cada bancal si es un huerto pequeño o alternándolos en líneas de cultivos diferentes si el espacio es mayor. Hay plantas que se estimulan y protegen mutuamente como cebollas y zanahorias, remolachas rojas con lechuga y otras no se toleran y se entorpecen (coles y cebollas o tomates cerca de remolachas rojas). Cuidando una correcta asociación se protegerán mutuamente de parásitos y crecerán mejor.

• Armonizar el ecosistema-huerto y crear un entorno vegetal rico y variado favorece la presencia de auxiliares. Por un lado hay que diversificar el huerto con especies vegetales y por otro lado hay que diversificar los hábitats y los refugios de la fauna. Setos, bandas florales, pequeñas islas refugio de plantas atrayentes, estanques, nidos para pájaros, refugios diversos para mariquitas, crisopas y otros insectos útiles, formarán ese entorno ideal.

Introducir flores en el huerto y el vergel nos aporta muchos beneficios.Si reducimos la biodiversidad, es mucho más fácil que los insectos u otros animales que estaban en equilibrio con sus depredadores naturales, se transformen en un problema. Los mecanismos naturales que proporcionan diversas interacciones entre diferentes variedades de especies y su fauna son la mejor defensa para las plantas. Un jardín con pocas especies es un espacio antinatural, desestabilizador del ecosistema, favorecedor de desequilibrios y, por tanto, de problemas con plagas y enfermedades.
Sistema en equilibrio o desequilibrado: tu escoges !!!

Iniciativas estimulantes

Hay cientos de iniciativas en todo el mundo dedicadas a promover e aplicar la agricultura en las ciudades.
Una granja-escuela en Nueva York ofrece formación en agricultura urbana para el vecindario a través de un programa de formación certificado de dos años, así como una amplia gama de seminarios para personas interesadas en el tema y que son impartidas por expertos en la materia. En San Francisco, la Urban Alliance Agricultura fue creada para unir a los productores urbanos en el área de la bahía, y se incluyen desde iniciativas de inserción laboral, hasta meros aficionados por los detalles del cultivo urbano. En Milwaukee, la Growing Power utiliza la agricultura para ayudar a jóvenes inadaptados integrarse en sus comunidades. En Chicago cada vez más rascacielos han adaptado sus cubiertas para crear espacios de cultivo urbano. También hay iniciativas curiosas com la de las camionetas hortícolas (Truck farm) que sirven a la divulgación de la agricultura urbana "sobre ruedas". Y empresas que se plantean explotar a fondo el suelo urbano con los llamados huertos verticales (vertical farming) para obtener cuantiosas hortalizas en el mínimo espacio, como la iniciativa sueca de Plantagon, o los huertos hidropónicos verticales Verticrop. O, con menos tecnología, pero igual de efectivos podemos encontrar la granja hidropónica vertical de Alegría Farm, ubicada en Laguna Beach (California) que dispone de 170 torres de cultivo en las que crecen más de 10.000 plantas en menos de mil metros cuadrados. En esta línea han aparecido también funciones complementarias a la horticultura urbana como es la hortoterapia y que en España ya ha desembarcado.

Reforzante de los funguicidas

En estos días en que los tomates empiezan a tener frutos, comienzo a desplazar tratamientos a base de cobre por otros preparados con plantas como el purín de ajo y cebolla, la cola de caballo o la infusión de salvia.  Pero esta vez he usado como reforzador de los tratamientos la milenrama (Achillea millefolium).
 La milenrama es una planta que, en infusión, potencia los efectos fungicidas de extractos como el de ortiga, salvia  o cola de caballo.
Crece en prados medianamente húmedos y ricos, al sol. La planta, con una floración más que apreciable, se adapta muy bien en el jardín como planta de arriate o en el rincón de las medicinales. Ademas atrae polinizadores y es estimulante en asociación con otros cultivos. Para mas información podeis consultar el libro Plantas para curar plantas de la editorial La Fertilidad de la Tierra.
Recordaros que estamos pensando repetir el curso " Ayudar a nuestras plantas con plantas"  en la finca el Noceu, sobre septiembre. Ya os iré contando sobre las fechas y como apuntarse.