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Labores en invierno.


Ahora durante el invierno que el crecimiento de los vegetales se ralentiza y el trabajo en la huerta es menor, aprovecho para vaciar mi pila de compost. Y durante la tregua que me dan los días sin lluvia, voy incorporándolo en superficie sobre el terreno. De esta forma protejo el suelo de los rigores invernales (lluvias fuertes, frío...) y el solo con la ayuda de las lombrices y otros de los muchos inquilinos del sustrato se va mezclando con el mismo, para cuando sea la época de plantar.
Otra de las cosas que aprovecho a hacer durante este periodo invernal es ir a los pinares a recoger pinocha (hojas de pino mas o menos descompuestas) para acolchar los cultivos y las plantas de jardín que gustan de un terreno ácido. Me dan muy buen resultado en los arándanos, y también en los bancales de fresas donde las incorporo después de limpiarlas y podar las partes secas en invierno. Para plantas del jardín amantes de los terrenos ácidos como las azaleas, también son muy adecuadas. Y bastante mas baratas que las cortezas de pino que venden en los centros de jardinería.
Como podéis ver, aunque no trabajemos en la tierra durante este periodo son muchas las cosas que podemos ir haciendo, los días que el tiempo nos deja.

Materiales para el acolchado

En ocasiones ya hemos hablado de las ventajas del acolchado. Pero un problema a la hora de instalar un acolchado permanente en el huerto, es que materiales utilizar. La paja es cara y difícil de obtener, a menos que vivamos en zonas cerealistas, ademas de ser un material seco con el que debemos tener ciertos cuidados ya que su contenido en nitrógeno es escaso y si se enterrase los organismos del suelo al descomponerlos tendrán que movilizar una gran cantidad del nitrógeno disponible en el suelo.
Por principios y ecología, deberemos elegir materiales de origen cercano y que no estén repletos de contaminantes. Podemos recurrir a cortes de césped después de un leve secado, hojas caídas (evitar las de nogal y tuya), helechos, restos de poda triturados, sacos de yute o cartones sin colas y barnices. Las hojas de pino también nos servirán para cultivos amantes de suelos ácidos como fresas, arándanos y arbustos ornamentales acidofilos. Incluso las hojas de higuera, que no son muy recomendables, son utilizadas en zonas mediterráneas para evitar ataques de insectos como el alacrán cebollero.
Uno de los mejores materiales por su comportamiento, acción sobre el suelo y su composición son las ramas fragmentadas, que podemos obtener de la limpieza de montes y setos, eso si siempre y cuando dispongamos de una maquina trituradora-fragmentadora, con la que poder hacer astillas con los desechos de ramas, pero no estamos hablando de una herramienta barata. El alquiler de la misma  también pudiese ser una opción.
La experimentación y la paciencia nos irán dando pistas de cuales de los materiales son los más adecuados.Por si os sirve de ayuda aquí os dejo este enlace al articulo publicado en la Fertilidad de la Tierra: El acolchado permanente.