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WHIPALA



SIGNIFICADO DE LOS COLORES DE LA WHIPALA


COLOR ROJO
Representa al planeta tierra (aka-pacha), es la expresión del hombre andino, en el desarrollo intelectual, es la filosofía cósmica en el pensamiento y el conocimiento de los AMAWTAS.

COLOR NARANJA
Representa la sociedad y la cultura, es la expresión de la cultura, también expresa la preservación y procreación de la especie humana, considerada como la más preciada riqueza patrimonial de la nación, es la salud y la medicina, la formación y la educación, la práctica cultural de la juventud dinámica.

COLOR AMARILLO
Representa la energía y fuerza (ch'ama-pacha), es la expresión de los principios morales del hombre andino, es la doctrina del Pacha-kama y Pacha-mama: la dualidad (chacha-warmi) son las leyes y normas, la práctica colectivista de hermandad y solidaridad humana.

COLOR BLANCO
Representa al tiempo y a la dialéctica (jaya-pacha), es la expresión del desarrollo y la transformación permanente del QULLANA MARKA sobre los Andes, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el arte, el trabajo intelectual y manual que genera la reciprocidad y armonía dentro la estructura comunitaria.

COLOR VERDE
Representa la economía y la producción andina, es el símbolo de las riquezas naturales, de la superficie y el subsuelo, representa, tierra y territorio, así mismo la producción agropecuaria, la flora y fauna, los yacimientos hidrológicos y mineralógicos.

COLOR AZUL
Representa al espacio cósmico, al infinito (araxa-pacha), es la expresión de los sistemas estelares del universo y los efectos naturales que se sienten sobre la tierra, es la astronomía y la física, la organización socio económica, político y cultural, es la ley de la gravedad, de las dimensiones y fenómenos naturales.

COLOR VIOLETA
Representa a la política y la ideología andina, es la expresión del poder comunitario y armónico de los Andes, el Instrumento del estado, como una instancia superior, lo que es la estructura del poder; las organizaciones, sociales, económicas y culturales y la administración del pueblo y del país.

Los colores se originan en el rayo solar al descomponerse del arco iris blanco (kutukutu), en siete colores del arco iris (kurmi), tomado como referencia por nuestros antepasados, para fijar la composición y estructura de nuestros emblemas, así mismo organizar la sociedad comunitaria y armónica de los andes.

La Wiphala es de propiedad de la nación originaria, es decir de los Qhishwa-Aymaras, Guaraníes y de todo el pueblo.

Para los aymara-quechua, la Wiphala es la expresión del pensamiento filosófico andino, en su contenido manifiesta el desarrollo de la ciencia, la tecnología y el arte; es también la expresión dialéctica del Pacha-kama y Pacha-mama, es la imagen de organización y armonía de hermandad y reciprocidad en los andes.

Por eso la Wiphala es sagrada, y nos corresponde difundir y defender la imagen, el significado de nuestro emblema, en toda el área andina, tanto en el Ecuador, en el Perú como en Bolivia y parte de Argentina y Chile, mostrar a los pueblos del mundo, nuestra identidad territorial, nacional y cultural.

Su manejo y uso debe ser permanente y consecuente, como en el pasado glorioso de nuestros abuelos y nuestra cultura.

Debemos utilizar en los actos ceremoniales, en las fiestas, en las marchas, en los juegos y competencias, en actos de conmemoración, en los encuentros de comunidades de ayllus y markas, en los trabajos agrícolas, la Wiphala debe estar presente en todo acontecimiento social y cultural, particularmente en las fechas memorables del QULLANA MARKA, y del Tawantinsuyu, como los comunarios viven identificados con nuestra esencia cultural. Por lo que la Wiphala debe estar flameando en todo lugar y en todo acontecimiento del diario vivir del hombre andino.

En el momento de izar la Wiphala, todos deben guardar silencio y al terminar alguien debe dar la voz de triunfo y de victoria del

JALLALLA QULLANA marka, JALLALLA pusintsuyu ó TAWANTINSUYU.
JALLALLA JILATANAKAS Y KULLAKANAKAS

jilata eliass

Referencia Bibliográfica:

- Crónica del buen gobierno Ediciön 1612 por ph. Waman Puma de A.
- Historia de Bolivia Ed. 1920 por Froilån Giebel.
- Exhibición de la wiphala 1945 La Paz.
- Wiphala, trabajo de investigación por Germán Ch. Wanka, 1985.
- Seminario cultural realizado en Oruro, participaron Dirigentes Comunarios, 1986.
- Símbolos andinos aportes de Investigación V. Hugo Cárdenas 1987.
- Seminario taller en Oruro, Identidad cultural, 1989.
- Revista Chasqui Ed. junio 1990 Edit. Luciérnaga.
- Investigación CULTURAL por Carlos Urquiso S.
- La wiphala Ed. Presencia por Alejandro Guisber. 14 julio 1991.


Fuente
Ser Indígena
Por Elías 19 agosto 2007

Imagen
ninaquilla.blogspot.com

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2011/04/wiphala.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2011/04/wiphala_06.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/01/amautas.html

LA TIJERETA




Sucedió hace muchísimos años. Tupá había decidido que las almas de los que morían y que debían llegar al cielo, lo hicieran volando con unas alitas que Él enviaba a la tierra por medio de sus emisarios.

Claro que para los mortales esas alitas eran invisibles. Una vez que el alma llegaba al ibaga, Tupá destinaba esa alma a un ave que Él creaba con tal objeto, de acuerdo a las características que hubiera tenido en vida la persona a quien pertenecía.

En un pueblito guaraní vivía Eíra con su madre. Ésta, que había quedado imposibilitada, dependía para todo de su hija, que a su vez se dedicaba a atenderla y cuidarla, ganándose la vida con su trabajo.

Eíra era costurera, y para tener a mano la yetapá que tantas veces necesitaba, la llevaba colgada a la cintura, sobre su blanco delantal, por medio de un cordón oscuro. Muy trabajadora y diligente, a Eíra nunca le faltaban vestidos para confeccionar, de manera que era muy común verla con tela y tijera, cortando nuevos trabajos. Se hubiera dicho que la tijera formaba parte de ella misma.

Por la mañana, al levantarse y luego de haberse vestido, lo primero que hacía era atarla a su cintura teniéndola pronta para usarla en cualquier momento.

Viejecita y enferma como estaba, y a pesar de los cuidados que le prodigara, la madre de la laboriosa Eíra murió una noche de invierno, cuando el frío era muy intenso y el viento soplaba con fuerza. Grande fue la pena de esta hija buena, dedicada siempre y únicamente a su madre y a su trabajo. Desde ese momento quedó sólo con su tarea, a la que se entregó con más ahínco que nunca tratando de distraerse, porque su pena era muy intensa y la desgracia sufrida la había abatido de tal forma que perdió el deseo de vivir.

La tijera así suspendida acompañaba el ritmo de su paso y brillaba el reflejo de la luz, cuando la costurera se movía de un lugar a otro. No mucho tiempo después de la muerte de su madre, la dulce y sufrida costurera enfermó de tristeza y de dolor, tan gravemente que no fue posible salvarla. Eíra había sido siempre buena, excelente hija y laboriosa y diligente en sus tareas, por lo que Tupá llevó su anga al cielo. Allí creó para albergarla un pájaro de plumaje negro, con la garganta, el pecho y el vientre blancos. Omitió los matices alegres y brillantes considerando que su vida había sido humilde, opaca y oscura, aunque llena de bondad y sacrificio. Cuando Tupá hubo terminado su obra, Eíra se miró y miró a Tupá como intentando pedirle algo. El Dios bueno, que conoció su intención, dijo para animarla:

-¿Qué deseas, Eíra? ¿Qué quieres pedirme?

Conociendo la amplia bondad de Tupá, comenzó humilde y avergonzada a pedir... ¡ella que jamás había pedido nada!

-Tupá... Dios bueno que complaces a los que te aman y respetan... yo desearía...

-¿Qué es lo que quisieras, Eíra?

-Tú sabes que durante toda mi vida sólo al trabajo me dediqué y quisiera tener un recuerdo de lo que me ayudó a vivir...

-Dime, entonces... ¿qué es lo que deseas?

-Yo desearía tener una tijerita que me recordara la que tanto usé en mi vida en la tierra y que contribuyó a que sostuviera a mi madre...

Encontró Tupá muy de su agrado el pedido de la muchacha, por la intención que lo inspiraba, y tomando las plumas laterales de la cola las estiró hasta dar a la misma la apariencia de una yetapá, como lo deseara la costurera, otorgándole, además, la propiedad de abrirla y cerrarla a su voluntad, tal como hiciera durante tanto tiempo con la de metal con que cortara las telas.

Por la semejanza, precisamente, que tiene la cola de esta ave con la tijera, la llamamos tijereta.


Fuente:
http://leyendasdeamerica.blogspot.com

Imagen
blogs.clarin.com

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/06/la-azucena-del-bosque.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/05/el-dorado-y-el-sol.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/07/yaha-yaha.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/02/caa-yara-y-caa-yari-protectores-de-la.html