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EL ALGARROBO

Estudiantes de primaria bajo la sombra de un viejo Algarrobo
(Prosopis alba)
Tacko


La leyenda cuenta que en épocas remotas los quechuas vivían felices, cultivando sus tierras, las cuales daban abundantes riquezas. Ellos estaban sanos y vigorosos.

Un día, los hombres fueron dejando de trabajar la tierra y de cuidar los árboles; habían olvidado las tareas cotidianas, mareados con las excesivas riquezas. Ya no rendían honores a sus dioses ni levantaban altares para recordarlos siquiera. Se dedicaban a los festejos y diversiones permanentemente.

El cacique entendió lo que sucedería y les habló a los hombres, pero nadie lo escuchó. Pasaba el tiempo y nada cambiaba hasta que un día el dios Inti, enojado, arrojó sus rayos quemando la tierra, deshojando los árboles y convirtiendo las reservas de granos en polvo.

La desolación amenazaba con extinguir al pueblo que había olvidado sus deberes.

Tuca, hija del cacique, que había pasado los días junto a su padre ya enfermo y tratando de que la gente entendiera que debía volver al trabajo, desesperada, rezó a la Pachamama (Madre Tierra) para pedirle que no permitiera la muerte de su gente, que la ayudara a salvarlos. Luego se quedó dormida de tanto llorar. Soñó entonces que la gran diosa le decía que recogiera los frutos del árbol que la cobijaba, que eran la salvación de su pueblo. Tuca despertó y vio que un árbol enorme le hacía sombra. De sus ramas pendían vainas marrones.

Sin perder un momento, la muchacha recogió los frutos y corrió a llevárselos a su gente. Y así fue que se salvó la tribu.

El árbol, venerado como sagrado, los alimentó y llevó el nombre de la indiecita que, con su perseverancia, lo había merecido.

Tacko, vocablo quechua del que deriva Tuca, es algarrobo para nosotros y con ese nombre recordamos la salvación de un pueblo que se equivocó hace mucho pero mucho tiempo.

Imagen
estanciayucat.org.ar

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/11/el-algarrobo.html

LAS MUJERES DE CHIAPAS EN DEFENSA DE LA TIERRA

DEL EJIDO SAN SEBASTIÁN BACHAJÓN

Las mujeres indígenas de Chiapas, en defensa de la tierra


por José Félix Zavala

EJIDO SAN SEBASTIAN BACHAJON ADEHERENTES A LA OTRA CAMPAÑA A LA SEXTA DECLARCION DE LA SELVA LACANDONA, CHIAPAS, MEXICO.

A LA OPINIÓN PUBLICA

A LOS DERECHOS HUMANOS NACIONAL E INTERNACIONAL

AL CENTRO DE DERECHOS DE LA MUJER DE CHIAPAS A.C.

A LOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DE LA OTRA CAMPAÑA NACIONAL E INTERNACIONAL.

A LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES E INDEPENDIENTES

A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MASIVO Y ALTERNATIVOS

A LA SOCIEDAD CIVIL E INDEPENDIENTE

A LOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS NACIONAL E INTERNACIONAL

A LOS MOVIMIENTOS INDEPENDIENTES DE MUJERES NACIONAL E INTERNACIONAL.


INVITACION


NOSOTRAS LAS MUJERES DE LA OTRA CAMPAÑA DEL EJIDO SAN SEBASTIÁN BACHAJON, LES MANDAMOS SALUDOS DESDE EL LUGAR DONDE ESTAMOS LUCHANDO Y ORGANIZADAS POR LA DEFENSA DE NUESTRAS TIERRAS Y TERRITORIOS, YA QUE EL DIA 02 DE FEBRERO EL GOBIERNO ESTATAL Y FEDERAL HAN VIOLENTADO NUESTROS DERECHOS COMO MUJERES Y COMO PUEBLOS INDÍGENAS, COMO EL PASADO 03 DE FEBRERO, AUTORIDADES DE DIFERENTES DEPENDENCIAS DE GOBIERNO DETUVIERON VIOLENTAMENTE A LOS 117 COMPAÑEROS NUESTROS DE LA OTRA CMPAÑA, DONDE EL PASADO 12 DE FEBRERO UN JUEZ LES DICTO EL AUTO DE FORMAL PRISIÓN A 10 DE NUESTROS COMPAÑEROS, FABRICÁNDOLES DELITOS, TALES COMO PRIVACIÓN ILEGAL, LESIONES, HOMICIDIO CALIFICADO, DAÑOS A LAS VIAS DE COMUNICACIÓN Y LA PAZ, POR TAL RAZON COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS DE LA OTRA CAMPAÑA, HEMOS EMPRENDIDO DIFERENTES ACTIVIDADES, COMO EL PASADO 11 Y 12 DE FEBRERO DE 2011, REALIZAMOS UN PLANTON DE DOS DIAS EN LA SEDE DE SAN JOSE REBELDÍA CRUCERO AGUA AZUL TRAMO CARRETERO DE OCOSINGO A PALENQUE, REPARTIENDO BOLANTES INFORMATIVOS, COMO UN MEDIO PARA EXIGIR LA LIBERACIÓN DE NUESTROS 10 COMPAÑEROS PRESOS POLÍTICOS, UTILIZADOS COMO REENES PARA LOGRAR PROYECTAR SUS INTERESES DEL MAL GOBIERNO CON LAS EMPRESAS TRASNACIONALES DE DESPOJARNOS DE NUESTRAS TIERRAS Y TERRITORIOS, ASI COMO LO HIZO CUANDO FIRMO LOS ACUERDOS DE SAN ANDRES EL 16 DE FEBRERO DE 1996, SOBRE DERECHO DE LA CULTURA INDÍGENA Y NO RESPETO. DE IGUAL MANERA HOY 16 Y 17 DE FERBRERO REALIZAMOS UN BLOQUEO CARRETERO EN LA SEDE DE SAN JOSE EN REBELDÍA CRUCERO DE AGUA AZUL TRAMO CARRETERO DE OCOSINGO A PALENQUE, PARA EXIJIR A LAS AUTORIDADES QUE ADMINISTRAN Y APLICAN LA JUSTICIA, LOS LIBERE A NUESTROS COMPAÑEROS DETENIDOS INJUSTAMENTE, YA QUE FUE PREFABRICADO SUS DELITOS EN LOS QUE ACUSAN. Y LAS CONSECUENCIAS PASAN A LASTIMAR A NUESTROS DERECHOS COMO MUJERES, AHORA HEMOS ASUMIDO DOBLE RESPONSABILIDADES CON NUESTROS HIJOS SOBRE EL CUIDADO Y MANTENIMIENTO, TAMBIEN EN NUESTROS TRABAJOS DEL CAMPO.

PERO NO PERDEMOS LA ESPERANZA DE SEGUIR LUCHANDO PARA HACER RESPETAR NUESTROS DERECHOS A LA TIERRA Y TERRITORIO. POR TODO ESTO LES QUEREMOS INVITAR A QUE SE SUMAN A ESTAS ACTIVIDADES COMO SOLIDARIDAD A NUESTRA JUSTA CAUSA.



ATENTAMENTE.

TIERRA Y LIBERTAD

MUJERES DIGNAS Y ORGANIZADAS

EJIDATARIAS DEL EJIDO SAN SEBASTIÁN BACHAJON

ADHERENTES A LA OTRA CAMPAÑA

ZAPATA VIVE Y LA LUCHA SIGUE

HASTA LA VISTORIA SIEMPRE



– Este es un espacio abierto para pueblos y organizaciones que buscan compartir su palabra. La postura difundida, no necesariamente constituye la valoración de este Centro. El espacio de denuncia pública es de todas y todos.
Visita Blog: http://www.chiapasdenuncia.blogspot.com/


Fuente:
http://eloficiodehistoriar.com.mx/2011/02/17/las-mujeres-indigenas-de-chiapas-en-fefensa-de-la-tierra/
http://lavozdelanahuac.blogspot.com/2011/02/ejidatarias-y-ejidatarios-de-tila-piden.html
Imagen
lavozdelanahuac.blogspot.com


Eleanor Roosevelt "El derecho de libre expresión cuando nadie contradice al gobierno, la libertad de prensa cuando nadie está dispuesto a formular las preguntas importantes, el derecho de reunión cuando no hay protesta, el sufragio universal cuando vota menos de la mitad del electorado, la separación de la Iglesia y el Estado cuando no se repara regularmente el muro que los separa. Por falta de uso, pueden llegar a convertirse en poco más que objetos votivos, pura palabrería patriótica. Los derechos y las libertades o se usan o se pierden."

LA LEYENDA DE LOS VOLCANES...

Popocatépetl – Altitud: 5,452 m (México, Morelos y Puebla).
Aún activo, se alza en la cordillera Neovolcánica, al sureste de la ciudad de México. Constituye la segunda mayor elevación del país.
En una de sus laderas, pobladas por bosques de coníferas, se encuentra un cráter adventicio, conocido como el pico del Ventorrillo.
Su cima, cubierta por nieves perpetuas, fue coronada por primera vez en 1520, por una expedición al mando de Diego de Ordás.

POPOCATÉPETL E IZTACCÍHUATL


Al morir Citlali, los sacerdotes deciden: “debe ser enterrada en las faldas del Iztaccíhuatl”.

“¿Por qué abuela?” Pregunta Xóchitl, la más pequeña de las hermanas de Citlali.

Brota la cascada respuesta; “Únicamente las doncellas que mueren de amor pueden aspirar a descansar en las orillas de la mujer dormida. Tu hermana al enterarse de la muerte de su prometido en la guerra, no soportó la vida, se marchitó ansiando reunirse con él, los dioses se apiadaron de ella. Es una honra a su fidelidad. Esta costumbre viene de una historia que sucedió hace muchos años”.

“Cuéntamela, en lo que preparan las exequias”.

Ya se sabe que las abuelas no se pueden resistir al pedimento de una nieta. Para no interrumpir la solemnidad de las ceremonias fúnebres, la anciana sale de la casa, en una banca desde donde se divisan los volcanes que custodian la laguna, comienza su historia.

Xochiquetzal juró amor eterno al guerrero más apuesto y orgulloso, flor del ejército mexica que partía rumbo a la guerra contra los zapotecas. Guerra sin tiempo ni final que los mexicanos debían enfrentar para el engrandecimiento del imperio. Xochiquetzal hermosa y desconsolada quedó en espera de la victoria y del regreso de su hombre.

No hubo noticia de la anhelada aniquilación del enemigo. La lejanía del señorío zapoteca. La fiereza de la defensa y la bravura de sus hombres sumían en gran mortificación a Xochiquétzal, que no obstante, recibía la adulación y el cortejo de aquéllos que no habían partido a luchar. Sobre todo de un tlaxcalteca que se había avecindado en la Ciudad cuando hicieron falta brazos masculinos para el trabajo cotidiano.

Fue este mismo pretendiente quien llevó la noticia de la muerte de su amado. Rotos los vínculos de amor que la ataban de por vida a su juramento. Xochiquétzal se sumió en desconsoladora tristeza que nada podía apaciguar. La indolencia se apoderó de ella. Todo le daba igual. La distraían de vez en cuando los floridos halagos, los continuos regalos de que era objeto por parte de su pretendido enamorado. Ante el pedimento de boda que frente a sus padres hizo el suplicante tlaxcalteca, aceptó a sabiendas de que era como enterrarse en vida. Después del anudamiento de las tilmas empezó su melancólica existencia al lado de su marido. No volvió a sonreír.

Los guerreros aztecas regresaron derrotados, avergonzados, tristes, vencidos. Excepto uno, que a pesar del fracaso conservaba la dignidad de su raza.

Las mujeres escondían a sus hijos para llorar, menos Xochiquétzal que miraba sin inmutarse al ejército rendido. Sin embargo, cuando la mirada del único guerrero que marchaba con orgullo por las calles de la Ciudad se posó sobre ella, sintió morir. Él era el hombre al que había jurado amor eterno.

Furiosa y llena de odio insultó al Tlaxcalteca con el que se había casado, lo acusó de vil y mentiroso por inventar la muerte del hombre al que amaba. Huyó por el borde del lago de Texcoco con su marido tras ella. El guerrero los siguió y enfrentó a su rival. Después de luchar, el tlaxcalteca herido se evadió a su país.

Después del enfrentamiento buscó a su amada, la halló muerta. No quiso seguir viva después de ser mujer de otro a quien no le había jurado fidelidad eterna. Él lloró, cortó flores, cubrió con ellas el cuerpo de Xochiquétzal, trajo un incensario en el que quemó copal. Lloró el Zenzontle (pájaro de cuatrocientas voces). Apareció Tlahuelpoch, mensajero de la muerte. La tierra se sacudió en temblores, las nubes llenaron de penumbra a los cielos, el miedo se apoderó de los habitantes del Anáhuac.

Al amanecer habían surgido en el valle dos montañas nevadas. Una, con la forma de una mujer recostada, cubierta de flores blancas. Otra, alta e impresionante, como un guerrero azteca hincado a sus pies.

Se dice que el Tlaxcalteca murió cerca de su tierra. Convertido en volcán le llamaron Poyautecatl, que quiere decir señor crepuscular, y después Citlatepetl o cerro de la estrella. Su obligación y penitencia es observar de lejos a los amantes, que nunca podrá separar.

“¿Abuela, si muero de amor, me enterrarán en las faldas de Iztaccíhuatl?”

La anciana recarga a la niña en su regazo pronunciando un conjuro que la aleje de la desgracia del amor que no se consuma.

Imagen
planetacurioso.com

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/05/popocatepetl-e-iztaccihuatl.html

LA RAÍZ INDIA DE LIMA

Valle del río Rímac

LA RAÍZ INDIA DE LIMA
Parte III



La extensión del cacicazgo de Lima era, sin embargo, muy corta. No alcanzaba a Carabayllo ni a Surco, que tenían jefes propios, ni al santuario de Pachacamac. Se concentraba al valle de Lima desde el puerto de mar de Maranga, llamado Pitipiti, antecesor del Callao, por el norte, hasta que el camino del Inca entra en el valle de Chillán; por el sur hasta Armendáriz, en que partiría términos con el cacique de Surco, llamado Trianchumbi; y, por el interior, abarcaría, acaso, hasta los caseríos menores de Late, Puruchuco, Pariache y Guamchiguaylas, que ascienden a la sierra.

El área de atracción y de influencia de la aldea india de Lima era, pues, pequeñísima. Su cacique, uno de los más ínfimos régulos del Tahuantinsuyo, y aun el asiento de Lima, era parte de "la provincia de Pachacamac" como lo dice Pizarro en el auto para elegir el sitio de la ciudad. Hernando Pizarro y su hueste de jinetes, que pasaron en enero de 1533 hacia Pachacamac, no hubieran reparado en el cacique rimense si, en ese pueblo cuyo nombre no recordaba el cronista Estete, y en el que acamparon una noche, antes de llegar a Pachacamac, no les saludara, como Epifanía de la ciudad futura, un típico temblor de tierra. "Acaeciános –dice el cronista– una cosa muy donosa antes que llegásemos a él, en un pueblo junto a la mar: que nos tembló la tierra de un recio temblor y los indios que llevábamos, que muchos de ellos se iban tras nosotros a vernos, huyeron aquella noche, de miedo, diciendo que Pachacamac se enojaba, porque íbamos allí y todos habíamos de ser destruídos".

El mito del dios costeño y limeño se aclara así a despecho de antropólogos y lingüistas, como el símbolo de una cosmología popular que diviniza el mayor fenómeno telúrico y lo personifica en Pachacamac –el dios-temblor– como, más tarde, buscaría en el seno de la fe cristiana el auxilio divino, en Taitacha Temblores o en el Señor de los Milagros.

La raíz india de Lima está, pues, en el caserío de Limatambo y Maranga, regido por el Curaca Taulichusco. De él recibe la ciudad hispánica la lección geográfica del valle yunga, el paisaje de la huaca destacando sobre el horizonte marino; la experiencia vital india, expresada en las acequias, triunfo de una técnica agrícola avezada a luchar contra el desierto; el cuadro doméstico de plantas y animales, que el aluvión español modificará sustancialmente; algunas formas de edificación que podrían normar una arquitectura del arenal peruano y el nombre de Lima que tiene "sabor de mujer y de fruta", según Marañón, y que venció con su entraña quechua intrincable, a la denominación barroca de Ciudad de los Reyes.

Es el río Rímac, torrentoso, voluble y desigual, innavegable y huérfano de transportes, desconocedor del papel unificador de los cursos fluviales, camino frustrado, carente de paisaje y de alma, pero obrero silencioso en la fecundación de la tierra y creador oculto de fuerza motriz, el que impone su nombre a la capital indo-hispánica del Sur. Y hay, en la permanencia del nombre, acaso un sino espiritual.

"Rímac –dice el padre Cobo– es participio y significa el que habla, nombre que conviene al río por el ruido que hace con su raudal". Rimani significa en quechua hablar, pero no sencillamente hablar, sino hablar de cierta manera. El habla natural o lenguaje se dice Simi y Runa simi es el lenguaje del hombre. Pero Rimani y sus derivados tienen un significado especial, como rimapayani que significa "hablar mucho, con presteza" o rimacarini, "hablar disparates", o rimacuni, "murmurar" y rima-chipuni, cierta forma de celestinaje. Con lo que el nombre de Rímac encarnaría el destino parlero y murmurador de Lima, la tendencia a la hablilla y a la cháchara y también al ético placer de la conversación.

Lima, ciudad brumosa y desértica, de temblores, de dueñas y doctores, es un don del Rímac y de su dios hablador.


Por Raúl Porras Barrenechea

Fuente:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibVirtual/libros/linguistica/legado_quechua/la_raiz.htm

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2011/01/la-raiz-india-de-lima.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2011/01/la-raiz-india-de-lima_12.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/03/pachacamac.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/09/el-milagro-de-salta.html

LA RAÍZ INDIA DE LIMA


LA RAÍZ INDIA DE LIMA
Parte I

Por Raúl Porras Barrenechea


No es exacto que Lima sea exclusivamente española por su origen, por su formación biológica y social y por su expresión cultural. La fundación española, forjadora perenne de mestizaje, tuvo que contar con dos factores preexistentes; el marco geográfico y el estrato cultural indígena. Ambos influyeron decisivamente en aspectos y formas de la peculiaridad de nuestro desarrollo urbano.

Don Hipólito Unanue, vocero de la ilustración colonial y maestro de nuestra meteorología, definió ya el clima de Lima como el de una "eterna y continuada primavera". Los cronistas soldados del siglo XVI después de ambular por selvas y riscos y pantanos habían dicho ya su admiración al llegar a tierra de tanto sosiego y equilibrio atmosférico como la de Lima. Cieza de León en su crónica, hoy cuatro veces centenaria, publicada en 1553, expresó su contento viajero al decir: "Y cierto para pasar la vida humana cuando los escándalos y alborotos y no haciendo guerra, es una de las buenas tierras del mundo, pues vemos que en ella no hay hambre ni pestilencia, ni llueve, ni caen rayos, ni relámpagos, ni se oyen truenos; antes siempre está el cielo sereno y muy hermoso" . Y los poetas del siglo de hierro confirmaron el entusiasmo de los cronistas, entonando himnos a la benignidad del cielo de Lima y a la uniforme templanza de sus estaciones. Pedro de Oña el poeta de Arauco huésped limeño de los Virreyes dijo en su cántico a Montesclaros:

Soberbios montes de la regia Lima
que en el puro cristal de vuestro río
de las nevadas cumbres despeñado
arrogantes miráis la enhiesta cima,
tan extensa al rigor del almo estío
como a las iras del invierno helado.

Las constantes geográficas del clima limeño han sido señaladas precisamente por viajeros y geógrafos posteriores. Las preexistentes a la conquista fueron: la proximidad del mar, el suelo llano y desértico, los blancos arenales que conforman según el decir de Morand un paisaje lunar; el suelo de tierra arenisca delgada y fértil "que parece que la echó el Creador para hacerla habitable", la falta de lluvias que produce la esterilidad del suelo y el sistema de irrigación artificial por canales o acequias, el abono fácil en las islas vecinas, los sembríos de maíz, de yuca, de habas, de camotes, de frijoles, de maní y de algodón en los oasis verdeantes de los valles junto al curso rápido y torrentoso de los ríos, bordeados de arboledas frutales como los pacaes o huavas, las guayabas, paltas, chirimoyas, piñas, lúcumos y algarrobos; los bosquecillos de espinos, huarangos y algarrobos en las partes altas y en las bajas los sauces, chilcas y los juncales y aneas de los pantanos; la humedad ambiente condensada en la neblina y en la tenue garúa invernal; la fauna menuda y veloz, de gozquecillos, patos, palomas, cigüeñas, faisanes, perdices, venados y los clásicos gallinazos; sin animales temerosos como los lobos, salvo las águilas y astutas raposas, y los pumas sorpresivos. Los únicos fenómenos extraordinarios del ambiente costeño son el temblor cucuy y el hauyco o aluvión violento que desciende por las quebradas como un castigo de los cerros destrozando casas y sembríos.

La estructura geográfica original de suelo, clima, vegetación y vida animal, influye en primer término sobre el hombre y es reformada y definida por la acción de éste y por los recursos de su técnica. Del yunga costeño hablaban despectivamente los Incas, como lo comprobaron los cronistas primitivos Jerez, Sancho y Estete, que dicen de ellos ser "gente ruin y pobre", que no servía para guerra ni para gobierno. Esto, prescindiendo del alto nivel intelectual y artístico que revelan los vasos y dibujos estilizados de Nazca, las telas de Paracas y las esculturas chimúes. Coinciden en este desdén por el yunga u hombre de la costa, a través de los siglos, los amautas cuzqueños y los sociólogos marxistas de hogaño. Algunos geágrafos y viajeros han recogido también epidérmicamente, esa impresión deprimente del clima costeño sobre el hombre. Raimondi pensaba que el aire saturado de humedad hacía perder calor al cuerpo humano calentado por el sol. La tala de árboles suprimía las barreras a los vientos y favorecía el frío fisiológico. Middendorf creía que la falta de descargas eléctricas en el verano disminuía la capacidad de trabajo y el cielo plomizo cargado de nubes y la correspondiente falta de luz, más que la de calor, producían el decaimiento moral. En oposición a éstos, algunos científicos modernos afirman que el tiempo medio más favorable a la energía física e intelectual es el que va de 16º a 20ºC con 70% o 90% de humedad relativa y el de Lima oscila en 17º y 22º. El clima costeño, según Pedro Larrañaga, favorece en nuestros días, la vivienda y el taller baratos y ligeros, la suculencia de recursos alimenticios en que predominan las farináceas sobre las proteínas, permite el trabajo a la intemperie y ofrece reservas enormes de energía eléctrica proporcionada por los torrentes cisandinos.

Estas realidades geográficas básicas modelan las instituciones y las relaciones humanas. El yunga pescador y cazador obligado, se alimentó de carne y pescado crudo; se estacionó en los valles al borde de la fuente de agua única que recogió y distribuyó en canales para vivificar los sembríos de maíz y plantas alimenticias y construyó sus poblaciones agrícolas en las colinas o sitios encumbrados o cerros artificiales huyendo de la llanura o la tierra fértil por razones defensivas, económicas o mágicas. La huaca irguió su perfil en talud incorporándose a la visión del paisaje local.

La templanza del clima, la amenaza del temblor y la falta de madera y de piedra determinaron los materiales de construcción: paredes de adobes o torta de caña y barro y techos de troncos de árbol, paja, ramajes o totora. El vestido fue ligero y de algodón y los trabajadores los simplificaban en el trabajo que hacían semidesnudos. La benignidad del clima, la facilidad de recursos, el ahorro de energías, deciden, según Bennet, la placidez necesaria para la creación artística y el refinamiento de la técnica. El yunga descubrió sus calidades artísticas coloreando los muros con el ocre o granate de sus vasos y con los dibujos geométricos de sus tapicerías


Notas: Raúl Porras Barrenechea, (Pisco, Perú, 23 de marzo de 1897 - † Lima, 27 de septiembre de 1960) fue diplomático, historiador, catedrático, abogado, ensayista y senador. Datos de Wikipedia.

Fuente:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibVirtual/libros/linguistica/legado_quechua/la_raiz.htm

Imagen
josephramsey.blogspot.com

Mensaje de Felix Diaz -parte 2 de 4




Conferencia de prensa que ofreció Félix Díaz, representante de la comunidad qom de Formosa, Argentina.

Fuente: http://comunidadlaprimavera.blogspot.com/2009/10/mensaje-de-felix-diaz-parte-2-de-4.html

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-158101-2010-12-05.html