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AUTONOMÍA SANTIAGO DEL ESTERO

La Sala de la Autonomía, presidida por las destacadas figuras del Brigadier JUAN FELIPE IBARRA y del Coronel JUAN FRACISCO BORGES.
Museo Histórico de la Provincia de Santiago del Estero “Dr. Orestes Di Lullo"


LA POSICIÓN DE SANTIAGO DEL ESTERO


Cuando en 1810 arribó la noticia de la Revolución de Mayo, el Cabildo de Santiago asumió la misma actitud de precaución que las demás tenencias de gobernación, aguardando la respuesta de la cabecera intendencial (Salta). Una vez conocido el pronunciamiento favorable de Salta, el Cabildo santiagueño adhirió a la causa.

El primer problema de Santiago del Estero con el gobierno central surgió a raíz del decreto del director supremo Gervasio Posadas del 8 de octubre de 1814 que establecía que las jurisdicciones de Salta, Jujuy, Orán, Tarija y Santa María pasaban a integrar la provincia de Salta con capital en la ciudad del mismo nombre. El resto de la antigua gobernación de Salta del Tucumán pasaba a formar la provincia de Tucumán, comprendiendo Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. De esta manera, la rivalidad existente entre Tucumán y Santiago del Estero desde la época colonial se agudizó con la dependencia impuesta a la última por el Directorio. El teniente de gobernador Pedro Domingo Isnardi, destituido por disentir con el gobernador tucumano Bernabé Aráoz, describía en una carta al director supremo Alvarez Thomas la situación de penuria económica y el carácter arbitrario de la política del gobierno tucumano:

Conocen los ciudadanos de Santiago la incumbencia a su libertad y principales derechos pués estando obligados al fomento de su país y de la de uno en particular ben con el mayor dolor que la Intendencia de Tucumán le priva arrastrando para sí los recursos: Ven que con la mayor injusticia y grosería se quita de la caja de Santiago y se manda llevar a Tucumán por menor que sea el fondo de sus entradas y que no se deja una sola moneda; y ven que mientras con este dinero se pagan los sueldos de la Intendencia y se cuvren los débitos de los tucumanos no se pueden cubrir ni hay lugar para las erogaciones de Santiago (...). (1)

No obstante ésta y otras notas enviadas al director Alvarez Thomas, (2) éste asumió una actitud prudente, desentendiéndose del problema y posponiéndolo para que fuera resuelto por el futuro congreso. Los autonomistas santiagueños llevaron a cabo entonces el primer movimiento revolucionario el 4 de septiembre de 1815 encabezado por Francisco Borges y que fue reprimido por el gobernador Aráoz.

El 20 de abril de 1816 los diputados santiagueños Pedro León Gallo y Federico Francisco de Uriarte se incorporaban al Congreso de Tucumán. Pero cuando el Congreso sancionó la primera versión del Reglamento Provisorio, en noviembre de 1816, modificando la forma de elección de los gobernadores y tenientes de gobernador -antes elegidos por las provincias y en adelante librados al arbitrio del director supremo- (3) estalló en Santiago el 10 de diciembre de 1816 un segundo movimiento revolucionario liderado nuevamente por Borges. El levantamiento fue sofocado por Manuel Belgrano y Borges fue fusilado el 1º de enero de 1817. Algunos datos podrían relacionar este movimiento con el artiguismo, pero en realidad no son suficientes para dar por sentada la vinculación. (4)

La disolución del gobierno central como consecuencia de la batalla de Cepeda (1º de febrero de 1820) impuso a la provincia de Tucumán la necesidad de reasumir sus derechos. Para el gobernador Aráoz, la conformación de la denominada República del Tucumán (integrada por la provincia del mismo nombre, Catamarca y Santiago del Estero) así como la adopción de una Constitución propia para dicha jurisdicción era un paso indispensable para preparar la organización nacional. Mientras muchas provincias se disgregaban en forma de un autonomismo municipal como La Rioja, San Juan y San Luis, Aráoz pretendía conservar la integridad de su provincia. (5) Para definir claramente dicha organización era necesaria la reunión de un congreso que representara a las partes.

En medio de esta situación, en Santiago del Estero se generaba un ambiente de autonomía incentivado por la caída del gobierno central. A fin de asegurar la participación de los santiagueños en el congreso que debía organizar interinamente la provincia, Aráoz envió a Juan Bautista Paz para que preparara la elección de diputados y sostuvo la misión con la presencia disuasiva de una fuerza militar al mando de Juan Francisco Echauri. Una de las primeras medidas de Echauri fue disponer el cambio de los miembros de la municipalidad por personas adictas a la causa de Tucumán. Poco después pretendió controlar las elecciones de los diputados que debían concurrir al mencionado congreso a reunirse el 20 de marzo de 1820 en Tucumán. Ante el hecho, el pueblo santiagueño se rebeló apoyado por la fuerza de Juan Felipe Ibarra, jefe del destacamento de Abipones, quien venció a Echauri (31 de marzo de 1820) y lo obligó a retirarse a Tucumán.

Ibarra fue designado entonces primer gobernador de la provincia y en un manifiesto del 27 de abril declaraba la autonomía de Santiago del Estero. Esta fue finalmente reconocida por el tratado de Vinará (5 de junio de 1821) que selló la paz entre Tucumán y Santiago.

La influencia del artiguismo en esta etapa se advierte un poco más claramente. Existió una comunicación de Artigas al Cabildo de Santiago, del 18 de febrero de 1820, a través de Ventura Martínez. Aunque este documento se ha perdido, se conoce el oficio de respuesta que enviara el Cabildo santiagueño. En él puede advertirse el interés por conservar los lazos con el Protector a fin de lograr la organización definitiva del país y la defensa de los intereses locales y nacionales bajo bandera del federalismo:

(...) Damos mil gracias a V.E. por los nobles y libres sentimientos que se digna comunicarnos: hasí como por los generosos y heroicos esfuerzos conque al frente de los imbencibles Extos de la Banda Oriental, de Entre Ríos y Santa Fe ha conseguido al fin redimir estas provs de un sistema libertisida cuio objeto hera entregar estas Provs a un ramo de la familia de Borbón y de estableser en estos Paises una monarquía todavía más tiránica que la de los españoles- Los ciudadanos de este Pueblo hacaban de asegurar la libertad de sus elecciones violada el 1 de febrero pasado:

Los progresos qe an hecho entre nosotros las ideas federales cuia base es la libertad y la igualdad del sistema representativo, nos han alentado a dar este paso para sostener nuestros derechos violables = Tenemos el honor de hasegurar a V.E. que siempre nos encontrará dispuestos a contribuir a cuanto esté en nuestro alcance para hasegurar la integridad del territorio de la Confederación contra las combinaciones de la ambición extranjera (...) (6)

El Cabildo comunicaba pues su reciente autonomía y se pronunciaba por la causa de la federación, comprometiendo su colaboración en caso de necesitarlo Artigas para enfrentar a los portugueses. Nada expresaba respecto de colaborar en la lucha contra los porteños.

Santiago, al igual que Córdoba, no compartió los ideales confederales de Artigas. Sin embargo, ambas provincias asumieron una posición netamente federal, brindando su apoyo al Protector sólo en la medida que sus intereses lo permitían.

NOTAS

1. Carta enviada desde Frontera de Abipones el 18 de mayo de 1815, citada en Alfredo Gargaro, “Los orígenes de la autonomía santiagueña”, Revista del Museo Mitre, año II, núm. 2, 1949, p. 57. La carta fue escrita por Isnardi un mes después de que fuera destituido de la tenencia de gobernación por no participar de las aspiraciones del gobernador tucumano Bernabé Aráoz.
2. Por ejemplo la nota del Cabildo de Santiago al director Alvarez Thomas, 6 de mayo de 1815, citada en Alfredo Gargaro, “Santiago del Estero, 1810-1862", en Historia de la Nación Argentina, tomo 9, Separata, 1941, pp. 7-8.
3. Ibid., pp. 23-28.
4. Alfredo Gargaro cita por ejemplo una carta remitida por Gabino Ibáñez al gobernador intendente de Córdoba haciendo referencia al movimiento encabezado por Borges y que lo obligara a deponer su cargo de teniente de gobernador de Santiago. Ibáñez expresaba:
(...) En el día se halla Borges con sus socios en el punto de Sabagasta, campaña de esta jurisdicción reuniendo gentes y según estoy informado ya tiene como diez compañias o mas, hechando voses de que va de acuerdo con Artigas y Güemes, que no han de obedecer a las autoridades ni al Congreso, ni al General, que no pagarán las contribuciones impuestas y que formaran la montonera (...)
Carta fechada en Santiago, 20 de diciembre de 1816, y citada en A. Gargaro, “Los orígenes de la autonomía...”, pp. 63-64.
5. Armando Raúl Bazán, Historia del Noroeste argentino, Buenos Aires, Plus Ultra, 1986, pp. 228-229.
6. Oficio fechado en la Sala Capitular el 7 de abril de 1820, Alfredo Gargaro, “Santiago del Estero y el federalismo argentino”, en Tres Conferencias Históricas, Santiago del Estero, 1939, pp. 70-71.

Fuente
http://www.ucema.edu.ar/

Imagen
http://www.santiagodelestero.org/museos-santiago.php

AUTONOMÍA SANTIAGO DEL ESTERO

Manifiesto autonomista de Santiago del Estero

7 de abril de 1820.

Nos los representantes de todas las comunidades de este territorio de Santiago del Estero convencidos del principio sagrado que entre hombres libres no hay autoridad legítima sino la que dimana de los votos libres de sus conciudadanos é invocando al Ser Supremo por testigo y juez de la pureza de sus intenciones, declaramos:

1° La jurisdicción de Santiago del Estero uno de los territorios unidos de la Confederación del río de la Plata—

2° No reconocer otra soberanía ni superioridad sino la del Congreso que va á reunirse para organizar la federación —

3° Ordenar el nombramiento de una junta para redactar la Carta orgánica de la Provincia, según el sistema provincial norte-americano en cuanto lo permitiera la característica de sus localidades —

4° Declarar traidor á la Patria y castigarlo como á tal á todo vecino ó extrangero que conspire contra ese acto espontáneo y libre de la soberanía del pueblo—

5° ofrecer amistad á sus hermanos del Tucumán, olvido de lo pasado é inmolación de todo resentimiento en aras de la religión y de la patria.

Manuel Frias, presidente Femando Bravo, Manuel Alcorta, Pablo Gorostiaga, Pedro Rueda, Manuel Gregorio Caballero, Martin de Herrera.



De Wikisource, la biblioteca libre.

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/01/juan-felipe-ibarra.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/07/pedro-leon-diaz-gallo.html

NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT

Virgen de Montserrat
Patrona de Cataluña



En 1881 el Papa León XIII concedió el privilegio de que la Virgen de Montserrat fuera coronada canónicamente.

Fue la primera imagen de la Virgen María que recibió tal privilegio en la geografía española.

Este mismo Papa concedió que la Virgen de Montserrat fuera la celestial Patrona de todas las diócesis catalanas.

La montaña de Montserrat, en Cataluña, famosa entre las montañas por su rara configuración, ha sido desde tiempos remotos uno de los lugares escogidos por la Santísima Virgen para manifestar su maternal presencia entre los hombres.

La fiesta en su honor es el 27 de Abril

Lugar: Montserrat, España


La Virgen de Montserrat, Cataluña
Canción Virolai de Montserrat (Emili Vendrell)


Cuenta la leyenda que unos pastores estaban pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales. Por órdenes del obispo de llevarla a la catedral, comenzó la procesión, pero no llegó a su destino, ya que la estatua se empezó a poner increíblemente pesada y difícil de manejar.

Entonces fue depositada en una ermita cercana, y permaneció allí hasta que se construyó el actual monasterio benedictino.

La virgen es de talla románica.

El color oscuro de Nuestra Señora de Montserrat se atribuye al humo de innumerables velas y lámparas que por siglos se han encendido ante la imagen día y noche. Por esto la llaman por cariño LA MORENETA

Descripción de la Imagen

La santa imagen, tallada en madera, es un buen ejemplo del arte románico.

La estatua está sentada y mide 95 cm., un poco más de tres pies de altura.

De acuerdo con el estilo románico, la figura es delgada, de cara alargada y delicada expresión.

Una corona descansa sobre la cabeza de la Virgen y otra adorna la cabeza del Niño Jesús, que está sentado en sus piernas. Tiene un cojín que le sirve de banquillo o taburete para los pies y ella está sentada en un banquillo de patas grandes, con adornos en forma de cono.

El vestido consiste en una túnica y un manto de diseño dorado y sencillo. La cabeza de la Virgen la cubre un velo que va debajo de la corona y cae ligeramente sobre los hombros. Este velo también es dorado, pero lo realzan diseños geométricos de estrellas, cuadrados y rayas, acentuadas con sombras tenues.

La mano derecha de la Virgen sostiene una esfera, mientras la izquierda se extiende hacia adelante con un gesto gracioso.

El Niño Jesús está vestido de modo similar, por su puesto, con excepción del velo. Tiene la mano derecha levantada, dando la bendición, y la izquierda sostiene un objeto descrito como un cono de pino.

Casi toda la estatua es dorada, excepto la cara y las manos de la Virgen, y la cara, las manos y los pies del Niño. Estas partes tienen un color entre negro y castaño.

A diferencia de muchas estatuas antiguas que son negras, debido a la naturaleza de la madera o a los efectos de la pintura original, el color oscuro de Ntra. Sra. de Montserrat se le atribuye a las innumerables velas y lámparas que se han encendido ante la imagen día y noche.

Con el transcurso del tiempo el humo se ha ido introduciendo en la figura, ennegreciéndola gradualmente. Por esto la llaman por cariño La Morenita. En virtud de esta coloración, la Virgen está catalogada entre las Vírgenes Negras, y la estatua goza de gran estima como un tesoro religioso y por su valor artístico.

Origen

No se sabe nada acerca del origen de la estatua, aunque cuenta la leyenda que unos pastores estaban pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales. Por órdenes del obispo de llevarla a la catedral, comenzó la procesión, pero no llegó a su destino, ya que la estatua se empezó a poner increíblemente pesada y difícil de manejar. Entonces fue depositada en una ermita cercana, y permaneció allí hasta que se construyó el monasterio de hoy en día.

Esta leyenda no se ha podido confirmar.

También se cree que los primeros monjes del lugar consiguieron una estatua que fuera de acuerdo con la iglesia románica original. Se cree que dicha estatua es la misma que ahora se venera y que fue puesta cerca del retablo o contra una pared, ya que lo negro de la estatua no está cuidadosamente distribuido.

La estatua está ubicada en lo alto de la pared de una alcoba que queda detrás del altar principal. Directamente detrás de esta alcoba y de la estatua se encuentra un cuarto grande, llamado el Camarín de la Virgen. Este camarín puede acomodar a un grupo grande de personas, y desde ahí se puede rezar junto al trono de la Stma. Madre. A este cuarto se llega subiendo una monumental escalera de mármol, decorada con entalladuras y mosaicos.

Visitada por los santos.

Entre los santos que visitaron el lugar venerado se encuentran S. Pedro Nolasco, S. Raymundo de Peñafort, S. Vicente Ferrer, S. Francisco de Borja, S. Luis Gonzaga, S. José de Calasanz, S. Antonio María Claret y S. Ignacio de Loyola, que, siendo aún caballero, se confesó con uno de los monjes y pasó una noche orando ante la imagen de la Virgen.

A unas cuantas millas queda Manresa, un santuario de peregrinación para la Compañía de Jesús, la orden Jesuita fundada por San Ignacio, pues encierra la cueva en donde el Santo se retiró del mundo y escribió sus Ejercicios Espirituales.

Fuente
http://www.mariavirgen.com.ar/apariciones/virgen_montserrat.htm
http://www.familiario.com/santoral/Ntra.Sra.deMontserrat.htm

Imagen
ciberia.es


Zamba de Vargas

La batalla de Pozo de Vargas, del 9 de abril de 1867, fue un enfrentamiento de las guerras civiles argentinas, entre las fuerzas federales del caudillo Felipe Varela y las del gobierno nacional argentino, dirigidas por el general Antonino Taboada, en las afueras de la ciudad de La Rioja (Argentina).

La victoria de Taboada significó el final de la última y mayor rebelión del norte contra la presidencia de Bartolomé Mitre.

La conocida canción popular anónima "Zamba de Vargas" trata sobre éste acontecimiento.



Zamba de Vargas

(zamba)

Forman los riojanos
en Pozo 'e Vargas;
los manda Varela,
firme en batallas.
Contra los santiagueños,
con gran denuedo, van a pelear;
ya Don Manuel Taboada
alza su espada: se ve brillar.

Atacó Varela,
con gran pujanza:
tocando a degüello,
a sable y lanza.
Se oyen los alaridos,
en el estruendo de la carga
y ya pierden terreno
los santiagueños de Taboada

"Bravos santiagueños
-dijo Taboada-
vencer o la muerte
vuelvan su cara.
Por la tierra querida,
demos la vida para triunfar"
Y ahí no más a la banda
la vieja zamba mandó a tocar.

En el entrevero
se alzó esta zamba,
llevando en sus notas
bríos al alba.
Y el triunfo consiguieron
los santiagueños y este cantar
para eterna memoria,
Zamba de Vargas siempre será.



Nota:

'e: (Contracción) de, he de.

riojano: natural de o relativo a la Rioja, capital y provincia de la zona andina

santiagüeño: natural de o relativo a Santiago del Estero

entrevero: (arg) confusión, desorden

Fuente
http://letras.terra.com.br/
http://es.wikipedia.org/


http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/07/capilla-la-montonera.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/12/la-rubia-moreno.html

http://youtu.be/5KVkvL2SPCo

WIPHALA



WIPHALA

Como comprensión del mundo y expresión de una comunidad

Símbolo de hermandad y sabiduría


Debemos destacar que la patria ancestral de los Quechuas - Aymaras cuenta entre sus emblemas más importantes como es la sagrada WIPHALA, compuesto de siete colores del arco iris y las de cuatro colores correspondientes a los cuatro SUYU, y podemos definir desde la óptica andina, los aymara-quechuas conocemos históricamente a la WIPHALA, como emblema nacional del Pusintsuyu o Tawantinsuyu.

La Wiphala está compuesta de 49 espacios con los siete colores del arco iris.

En el centro está atravesada por una franja de siete cuadrados blancos que simbolizan las Markas y Suyus, es decir la colectividad y la unidad en la diversidad geográfica y étnica de los Andes.

Esta franja representa también al principio de la dualidad, así como la complementariedad de los opuestos, por lo tanto unión de los espacios; y así la oposición complementaria o fuerza de la dualidad, es decir: fertilidad, unión de los seres y, por consiguiente, la transformación de la naturaleza y los humanos que implica el camino vital, y la búsqueda a la que éste nos impulsa.

Los cuatro lados de la Whipala conmemoran tanto a los Cuatro Hermanos Míticos; Ayar-kachi, Ayar-uchu, Ayar-laq'a y Ayar-k'allku, quienes fueron los precursores de los Cuatro Estados originales del Tawantinsuyu; así como simbolizan al calendario Cósmico de los Aymará Quishwa; las cuatro épocas del año divididas por las cuatro festividades que las conmemoran:

JUYPHI-PACHA o estación fría,
LAPAKA-PACHA, estación del calor,
JALLU-PACHA, estación de la lluvia, y finalmente,
AWTI-PACHA o estación seca.

Por eso la WIPHALA es el símbolo de identificación Nacional y Cultural de los Andes Amazónicos y altiplánicos, es el emblema de la Nación colectivista y armónico.

Es la representación de las actividades diarias del hombre andino en el tiempo y en el espacio.

Uno de los tantos investigadores de la cultura Aymara-Qechua como Carlos Urquizo S. confirma que la WIPHALA fué el emblema Nacional de la civilización andina, antes y durante el periodo de los INKA.

Sobre la existencia y el uso de este emblema probablemente sea desde la misma creación de TIWANAKU hace más de 2000 años.

De acuerdo a las investigaciones y excavaciones arqueológicas fueron encontradas restos de tejidos en diferentes regiones del Tawantinsuyu, que hoy comprende desde el Ecuador, Perú y Bolivia.

Entonces se supone que la WIPHALA fue utilizada desde hace muchos siglos, en los trabajos agrícolas, en fiestas solemnes, en actos ceremoniales y culturales y en todo acontecimiento social del hombre andino.

Según Germán Ch. Wanka: fué encontrado un objeto parecido a un estandarte en una tumba, de hace 800 años de antigüedad en la región de Chanqay, situado en la costa central del Perú.

Un objeto como banderín, denominado Walqanka, anterior a los Inkas, en un gráfico de Ph. Waman Puma de A. del año 1612.

Una WIPHALA pintada en una roca, que se encuentra en el lugar denominado Wantirani, en Qppakati Provincia Manko Kapaj del Departamento de La Paz.

Dos WIPHALAS pintadas en qheru ó vaso, que se encuentra en el Museo de Tiwanaku del Departamento de La Paz.

Así mismo una WIPHALA junto a los tejidos en Koroma, que datan de época precolonial, en la Provincia Quijarro del Departamento de Potosi.

En 1534 durante la invasión y ocupación de la ciudad de Qusqu hoy Cusco, los españoles encontraron la primera resistencia de los quechua-ayrnaras y vieron entre la multitud, objetos parecidos a la bandera de franjas y cuadros de siete colores del arco iris.

Creemos que con las investigaciones posteriores se podrán conocer más datos sobre la existencia de la WIPHALA.

Tenemos como tarea, para encontrar mucho más de los que todavía no hemos llegado a saber de las virtudes y conocimientos que tenían nuestros antepasados los AJAYUS y ACHACHILAS.

Probablemente la palabra WIPHALA viene del antiguo idioma (Jhaqi-aru) (idioma del ser humano) posteriormente denominado por el cronista Polo de Ondegardo en 1554 como AYMARA, que se deriva de las palabras jaya-mara (años lejanos ó tiempo inmemorial).

Entonces desciframos de la siguiente manera, primero (Wiphay) es voz de triunfo, usada hasta hoy en las fiestas solemnes y en actos ceremoniales.

Segundo, el (lapx-lapx) producido por el efecto del viento, lo que origina la palabra (laphaqi) que se entiende, fluir de un objeto flexible.

Juntando los dos sonidos (WIPHAY-LAPX) tenemos la WIPHALA, y la (px) se perdió por un pronunciamiento fácil de la palabra


Fuente
Ser Indígena

Imagen
alltheflags.us

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/02/la-anata-carnaval-andino.html

MIL GRULLAS POR JAPÓN


SADAKO SASAKI
7 de enero de 1943 – 25 de octubre de 1955

Sadako Sasaki fue una joven que vivió cerca del puente Misasa en Hiroshima (Japón).

El 6 de agosto de 1945 sólo tenía dos años cuando Estados Unidos hizo estallar dos bombas atómicas sobre la población civil. En el momento de la explosión estaba en su casa, que se encontraba a 1,5 km de la zona cero de la deflagración. Nueve años después, Sadako era una niña fuerte, atlética y con mucha energía. Mientras corría una carrera, empezó a sentirse mal y cayó al suelo. Le fue diagnosticada leucemia, conocida como «enfermedad de la bomba A».

Su mejor amiga, Chizuko Hamamoto, le recordó una vieja tradición sobre alguien que realizó mil grullas en forma de figuras de papel (origami) y gracias a ello los dioses le concedieron un deseo. Con sus propias manos, Chizuko le regaló la primera grulla que realizó en papel dorado y le dijo: «Aquí tienes tu primera grulla». Sadako tenía la esperanza de que los dioses le concedieran el deseo de volver a correr de nuevo. Al poco tiempo de empezar su tarea conoció a un niño que le quedaba muy poco tiempo de vida por la misma causa, la leucemia, le animó a que hiciera lo mismo que ella con las grullas pero el niño respondió: «Sé que moriré esta noche».

Sadako pensó que no sería justo pedir la curación sólo para ella, y pidió que el esfuerzo que iba a hacer sirviera para traer la paz y la curación a todas las víctimas del mundo.

Con el papel de los botes medicinales y otros que iba encontrando llegó a completar 644 grullas de papel. El avance de la enfermedad impidió que acabase de realizar la tarea, muriendo el 25 de octubre de 1955 (a los 12 años de edad) tras 14 meses de ingreso en el hospital. Sus compañeros de escuela, después de su fallecimiento, llegaron a completar el número, aportando las grullas que faltaron por hacer hasta 1.000.

Los compañeros de escuela y amistades pensaron dedicarle un monumento donde se representaría a Sadako sosteniendo una grulla dorada en su mano, también dedicada a todos los niños que murieron a causa de las dos bombas atómicas.

Y por fin, en el Parque de la Paz de Hiroshima fue construida la estatua dedicada a Sadako en 1958, en la base está escrito «Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo». La historia fue tan impactante que trascendió los límites de Japón, convirtiéndose en un referente mundial de los movimientos pacifistas.


Fuente

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Imagen
myhero.com

Visita: http://las1000grullas.wordpress.com/


DÍA DE LA ANTÁRTIDA ARGENTINA




22 de FEBRERO DE 1904

El día 22 de febrero se conmemora el Día de la Antártida Argentina y se cumplen 107 años de la permanencia ininterrumpida de los argentinos en la Antártida; a partir de ese día del año 1904 flamea la Bandera Argentina en la isla Laurie del grupo de Islas Orcadas, al ser inaugurada la actual Base Orcadas.

Hace más de cien años que los Argentinos estamos en la Antártida, de los cuales los primeros cuarenta años fuimos los únicos ocupantes permanentes, hecho que constituye uno de los mejores avales de nuestros títulos de soberanía en el área.

Desde hace algunos años atrás, los responsables de esta página (1) nos preocupamos por saber cuántos y cuales eran los medios periodísticos que en este día se referían a la conmemoración y al acontecimiento histórico de esta fecha, que tendría que ser muy caro para nuestros sentimientos, porque está relacionado con la soberanía de nuestro país, pero vimos muy pocas publicaciones en general, salvo en los últimos años, debido a que esta difusión está dando sus frutos.

También estuvimos preguntando a muchas personas de distintos niveles de conocimientos y muy pocos sabían que el 22 de febrero es el Día de la Antártida Argentina, a las que les contestábamos que no tengan vergüenza, ya que pocos Argentinos lo saben, porque para esa fecha las escuelas permanecen en receso escolar.

Esto no ocurre como con otras conmemoraciones patrióticas, las que son recordadas en el transcurso de nuestra vida, debido a que se difunden y enseñan, porque están en el calendario escolar.

Lo que se aprende de niño en la Escuela, difícilmente se olvide, porque queda grabado para siempre en el subconsciente y en los sentimientos.

Al enviar estos mensajes y publicación, hemos observado con beneplácito que la gente no es indiferente a estas manifestaciones patrióticas y últimamente ha tenido amplia repercusión.

Ante nuestras reiteradas manifestaciones, como paliativo a esta situación de desconocimiento, en algunas Provincias del país, como la de Buenos Aires, han incluido en el Calendario Escolar el 21 de JUNIO como el DÍA DE LA CONFRATERNIDAD ANTÁRTICA, fijándose como objetivo, "promover la difusión y toma de conciencia con respecto a la importancia de la presencia de nuestro país sobre el territorio Antártico."

Esperamos que el resto de las provincias y/o a nivel nacional se le dé la importancia que tiene para la educación el Día de la Confraternidad Antártica; para mayor información al respecto, pueden encontrar los fundamentos haciendo clic aquí: http://www.marambio.aq/confraternidadantartica.html

Les solicitamos a los docentes y a los padres de alumnos, que sugieran a las autoridades del establecimiento educacional donde concurren sus hijos, para que traten este tema, a pocos dias de pasada esta fecha al iniciarse la actividad escolar, utilizando la información que les suministramos sobre el 22 de febrero, Dia de la Antártida Argentina.

Dicen que "No se defiende lo que no se ama y no se ama lo que no se conoce"; es por eso que los objetivos de la Fundación Marambio son difundir por todos los medios, en especial en el ámbito educativo, todo lo relacionado con la Antártida Argentina y en particular brindar información y testimonios sobre el hecho de trascendencia nacional, histórica y geopolítica que fue la fundación de la Base Marambio (http://www.marambio.aq/home.htm)

ARGENTINA EN LA ANTÁRTIDA

Antártida Argentina o Sector Antártico Argentino, a la que nosotros consideramos parte del territorio nacional, integra una vasta área que ocupa el casquete polar austral y en la que prevalecen condiciones ambientales particulares -distintas a las de América del Sur- las cuales tienen una influencia muy marcada en la presencia y en las actividades del hombre.

Por otra parte, esa zona está afectada a un régimen jurídico especial cuyo ámbito territorial abarca toda el área al sur de los 60º de latitud Sur.

La región antártica delimitada por los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur, forma parte del que fuera Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, establecido por Decreto-Ley Nº 2129 de fecha 28 de febrero de 1957, hoy por ley provincial.

Las autoridades provinciales residen en Ushuaia y el Gobernador designa anualmente su delegado para la región antártica, quien representa así al poder civil de la zona.

La presencia Argentina en nuestro Sector, según la actividad de los foqueros criollos y de acuerdo con la investigación histórica, se produjo en la segunda década del siglo XIX; aunque algunos afirman incluso que tuvo lugar a fines de dicho siglo.

Eran buques que desde el puerto de Buenos Aires iban a las llamadas actualmente Islas Shetland del Sur en busca de sus presas.

El secreto mantenido por nuestros foqueros hizo que el descubrimiento de esas tierras fuera ignorado por mucho tiempo y se lo atribuyeran navegantes de otros países.

A fines del siglo XIX y principios del siglo pasado, la ayuda prestada por nuestro país a expediciones extranjeras, en particular la de Nordenskjöld, de Gerlache y Charcot, fueron debidamente apreciadas, quedando como resultado tangible toda una serie de nombres argentinos puestos a accidentes geográficos: Isla Uruguay, Islas Argentinas, Roca, Quintana, entre otros.

(1) http://www.marambio.aq/diaantartida.html?utm_source=&utm_medium=email&utm_campaign=39841

AMPLIAR INFORMACIÓN

* Información sobre la Antártida Argentina: http://www.marambio.aq/detallesantartida.html
* Texto Decreto de apertura de la Base Orcadas (1904): http://www.marambio.aq/orcadasdecreto.html
* Detalles sobre la Base Orcadas http://www.marambio.aq/baseorcadas.html
* Antecedentes del señor Hugo Alberto ACUÑA, quien izó en Orcadas el pabellón nacional el 22-FEB-1904: http://www.marambio.aq/bioacuna.html
* Proyecto de Ley para enseñar Malvinas y Antártida en las escuelas bonaerenses: http://www.marambio.aq/leymalvinasantartidaprovbsas.html

KOSOVO Y SU MÚSICA




Iglesia de Visoki Dechani.
Patrimonio de la Humanidad — Unesco

Cristo llevando la cruz, un fresco en Dechani.







La Declaración de independencia de Kosovo fue un acto acontecido el 17 de febrero de 2008 y llevado a cabo por el Parlamento kosovar de forma unilateral, que declaraba la escisión de este territorio de mayoría albanesa del resto de Serbia, dando lugar a la creación de un nuevo Estado, denominado oficialmente República de Kosovo, bajo la supervisión de Estados Unidos y la Unión Europea. Se trata de la segunda declaración de independencia en la historia reciente del territorio kosovar, ya que el 7 de septiembre de 1990 las instituciones políticas kosovares de mayoría albanesa proclamaron su independencia respecto a Serbia, aunque esta declaración no llegó a tener efecto práctico.

La declaración de independencia dividió a los estados entre aquellos que la apoyaron, como Estados Unidos, sus principales aliados y parte de la Unión Europea; y aquellos que se opusieron como la propia Serbia, Rusia y sus aliados, y estados como España y gran parte de Latinoamérica, que se mostraron contrarios al reconocimiento de la provincia serbia como Estado independiente.

El 8 de octubre de 2008 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución a propuesta serbia para preguntar a la Corte Internacional de Justicia si la Declaración de independencia de Kosovo fue compatible con el derecho internacional, y el 22 de julio de 2010 el tribunal comunicó su conclusión de que la declaración de independencia no violó el derecho internacional ni la resolución 1244 de Naciones Unidas

Fuente e Imágenes
Wikipedia

http://www.youtube.com/watch?v=1wNb8VEeFWQ

PADILLA MANUEL ASCENCIO

Manuel Ascensio Padilla (1773-1816)
Alineación al centro
Manuel Ascencio Padilla (o Manuel Ascensio Padilla) (Chipirina, Chayanta, Bolivia, 26 de septiembre de 1774 – La Laguna, actualmente Padilla, Bolivia, septiembre de 1816), militar altoperuano que luchó en las guerras de independencia de su país al frente de guerrillas irregulares, y que murió en defensa de su patria.

Era el hijo de un hacendado local y vivió en el campo casi toda su juventud. Se enroló en el ejército siendo muy joven, participando en la represión y ajusticiamiento de Dámaso Catari, sucesor de Túpac Amaru en el La Paz

Estudió derecho en la Universidad de Charcas, pero abandonó sus estudios para casarse con Juana Azurduy en 1805.

Al estallar la revolución del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca, se unió a la misma; tras ser derrotada, huyó a ocultarse en las aldeas de indios de la sierra.

En septiembre de 1810, la ciudad de Cochabamba se plegó a la Revolución de Mayo y reconoció a la Primera Junta de Buenos Aires.

Padilla fue nombrado comandante civil y militar de una amplia zona intermedia entre Chuquisaca, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, con centro en La Laguna. Desde allí apoyó con sus 2000 guerrilleros indios la campaña de Esteban Arce, que logró la victoria de Aroma.

Alojó en sus haciendas al Ejército del Norte y apoyó la política de sus jefes, especialmente de Juan José Castelli. Después de la batalla de Huaqui, sus bienes fueron incautados y su esposa cayó presa. Padilla logró rescatarla, por lo que pasó con sus hijos al campamento móvil de su esposo. El general vencedor, José Manuel de Goyeneche, ofreció a Padilla un empleo público y el indulto para que se pasase a los realistas, pero se negó.

Si bien logró una victoria en el pueblo de Pintatora, luego fue derrotado en Tacobamba. Se retiró hacia el sur y se unió al éxodo jujeño, a órdenes de Manuel Belgrano. Participó de las batallas de Tucumán y Salta.

Regresó al Alto Perú a mediados de 1813 y logró reunir un enorme contingente de casi diez mil hombres. Este grupo de indígenas rebeldes fue llamado por Bartolomé Mitre la Republiqueta de La Laguna.

Sin embargo, Belgrano los utilizó como guías y como transporte de cañones a través de las montañas. Aún después de su primera derrota, sólo aceptó la colaboración marginal del batallón de “Leales”, bajo el mando de Juana Azurduy, en la batalla de Ayohuma. Reconociendo su error, posteriormente el general la condecoró regalándole su espada.

Mientras el Ejército se retiraba, los Padilla comenzaban una eficaz guerra de guerrillas contra los realistas, en la zona de Mojotoro, Yamparáez, Tarabuco, Tomina y La Laguna. Esta última villa se llama actualmente "Padilla" y un pueblo vecino, "Azurduy". Otros jefes, como Ignacio Warnes, Juan Antonio Álvarez de Arenales y Vicente Camargo, organizaron también guerrillas de resistencia.

Tras varias semanas de lucha, los realistas secuestraron a los cuatro hijos de los Padilla y mataron a los dos varones. A continuación usaron a las niñas como señuelo para atrapar al caudillo. La respuesta de Padilla y su esposa, seguidos por algunos soldados, fue atacar furiosa y ciegamente a sus enemigos, consiguiendo matarlos y rescatar a las niñas, pese a que murieron días más tarde. A partir de ese momento, se convirtió en uno de los caudillos más violentos del Alto Perú, lo que lo llevó incluso a enfrentamientos con caudillos como Umaña.

Durante la tercera expedición al Alto Perú, tomó la ciudad de Chuquisaca, pero el general Rondeau nombró gobernador de la misma a Martín Rodríguez. Como Belgrano, Rondeau se negó a emplear la ayuda ofrecida por Padilla. Pero cuando fue derrotado en la batalla de Sipe-Sipe, le ordenó cubrir su retirada y sostenerse en Chuquisaca.

"Estaré de regreso sin que pase mucho tiempo"

En una enérgica y conocida carta de respuesta a Rondeau, Padilla respondió:

"Lo haré como he acostumbrado hacerlo en más de 5 años por amor a la Independencia...el enemigo no tendrá un solo momento de quietud"

Pero también reprochaba violentamente el desprecio con que el Ejército había tratado a los altoperuanos, privándolos de armas y soldados. Padilla cumpliría sus promesas hasta la muerte; Rondeau y su ejército no podrían cumplir la suya.

La guerra continuó sin cuartel, pero los patriotas iban siendo vencidos uno a uno: de acuerdo al historiador argentino Bartolomé Mitre, de más de cien caudillos que lucharon contra los realistas, al final de la guerra sólo quedaban 9 con vida. En mayo de 1816 caía el coronel Camargo en Cinti, y fue de inmediato degollado; la villa de Cinti se llama actualmente en su honor Camargo.

Tras una serie de batallas menores, rodeadas por un enorme número de enemigos, las fuerzas de Padilla fueron vencidas en la batalla de La Laguna. El vencedor, coronel Aguilera, ordenó matar a los prisioneros, entre ellos Padilla. Su cabeza fue expuesta en la punta de una lanza en la plaza de La Laguna.

El general Belgrano lo nombró coronel, sin saber que ya había muerto. Al enterarse, nombró teniente coronel a Juana Azurduy, que intentaba seguir sin su marido. Pero también Juana debió retirarse hacia el sur, refugiándose en Salta. Regresó a Chuquisaca en 1825, después de la derrota final realista, donde a fines de ese año la visitaron Simón Bolívar y Antonio José de Sucre. Moriría el 25 de mayo de 1863, acompañada por su única hija sobreviviente.




Quilapayún - Manuel Ascencio Padilla

Manuel Ascencio Padilla

Letra
Sergio Ortega

Manuel Ascencio Padilla,
Padilla Ascencio Manuel
no habrá ninguno como él
su valor ¡qué maravilla!
Empujao' por la guerrilla
salió dispuesto a vencer
pero le ha de acontecer
que en una mala acechanza
no perdiendo la esperanza
la vida la ha de perder.

Juana se hubo de llamar
la mujer de aquel valiente
caramba, que limpiamente
llegó dispuesta a luchar.
Una fiera al atacar
sin dar ni pedir clemencia'
Señor mío, qué conciencia,
qué claridad, qué razones
conquistando corazones
luchó por la independencia.

Empujados a luchar
se entregan al pensamiento
de que al fin un alzamiento
habrá de tener lugar.
Ya dispuestos a tomar
el corbo y la carabina
las pampas de la Argentina
del godo van a librar.
En qué habrá de terminar
la muerte ya lo adivina.

Uno puede asegurar
que no es de hombre el ir llorando
¿a qué seguirse aguantando
las ganas de protestar?
ahura para rematar,
ahura mando, ahura sentencio:
no han de quedar en silencio
los que han sabido luchar
yo prometo continuar
por Juana y Manuel Ascencio.


Fuente
http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Ascencio_Padilla
http://www.cancioneros.com/nc/

Imagen
es.wikipedia.org

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/03/tupac-amaru.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/09/la-flor-del-alto-peru.htm
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/09/nuestra-senora-de-la-merced.html


http://www.youtube.com/watch?v=PfD2RiSxuh0



TEMPLO DE JANO QUIRINO

Vigilante del equilibrio del universo

El templo de Jano Quirino estaba situado en el siglo I d.C. cercano a la Curia, en la calle Argiletum, en una zona importante que unía el Foro y las áreas residenciales en el noreste.

Era un templo pequeño, realizado en madera, características que sugieren que el culto era de origen antiguo.

Varios hechos lo confirman: Las listas más antiguas de los dioses por lo general comenzaban con su nombre; él era también llamado "DIVOM DEUS", una forma muy antigua en latín que significaba "el dios de los dioses"; y su imagen se puede encontrar en las monedas romanas más antiguas.

Jano también recibe el nombre de "Principium Deorum" el dios del principio, teniendo este término un significado sagrado.

"PRINCIPIUM" se escribía en griego como ARKHÉ. Es por ello que Jano es el dueño del ARKHÉ.

El edificio era de forma perfectamente cúbica y de dimensión de 20 codos (8,88 m.) en altura y en cada uno de los lados de su planta cuadrada.

El recinto central del templo estaba remarcado por las doce columnas que equivalían a los doce signos zodiacales, en el mosaico central y delante de la figura del dios se presentaba la rueda cósmica.

El pavimento tenia mosaicos alegóricos al cielo, el mar y la tierra y en lugares específicos el símbolo del nudo de Salomón.

La figura del dios situada sobre un pedestal en el eje central del edificio miraba simultáneamente a oriente y occidente. Su posición permitía que en el momento que las puertas del templo estuvieran abiertas el dios podía influir de manera directa en la actividad de los hombres.

Por ello en tiempo de guerra, la máxima expresión de caos, el templo permanecía con sus puertas abiertas como plegaria para la intermediación del dios para la consecución del nuevo equilibrio de la paz.

Su estatua ostentaba en la mano derecha el numero 300 y en la izquierda el 55 como alusión exacta a la totalidad de la duración del año romano antiguo, o sea el "anillo" del tiempo.



Templo de Janus

JANO QUIRINO

El Dios Jano Quirino y Rómulo que se divinizó en él son los fundadores mitológicos de la ciudad de Roma.

Existía una raíz común para los términos quirites, curia y quirinus; la raíz co-virio que significa colectividad, conjunto de individuos o personas y por extensión ciudad. Fue Rómulo el creador de las curias como estamento principal de la organización social de los romanos, función que cumple el dios Jano Quirino como protector de los habitantes de las ciudades.

Quirites era el nombre que se les daba a los ciudadanos romanos en su calidad de no soldados en tiempos de paz. Al nombre quirites, pues, se le contrapone el nombre milites (ejército, soldados).

Su templo se encontraba emplazado dentro de la ciudad en una zona muy próxima a la Curia.

Jano Quirino es un dios paralelo a Marte y contrapuesto a él. Jano Quirino, al venir de quirites, es el dios tranquilo opuesto al dios de la guerra, en algunos textos se le considera como un dios simétrico a Marte, incluso se le menciona como "Marte pacífico", por eso está su templo dentro de la ciudad, a diferencia del templo de Marte que se encuentra extramuros.

Dice Vitruvio: "A Marte dándole su templo fuera de la ciudad no habrá guerras y discordias civiles".

Quirino vela por los ciudadanos. Era honrado en la antigua colina del Quirinal, la mas alta de las siete de la ciudad de Roma, mediante unas fiestas llamadas Quirina.

RES GESTAE DIVI AUGUSTI

Octavio Augusto escribió: "El templo de Jano Quirino, que nuestros ancestros deseaban permaneciese clausurado cuando en todos los dominios del pueblo romano se hubiera establecido victoriosamente la paz, tanto en tierra cuanto en mar, no había sido cerrado sino en dos ocasiones desde la fundación de la Ciudad hasta mi nacimiento; durante mi Principado, el Senado determinó, en tres ocasiones, que debía cerrarse."

JANO, EL AÑO Y LOS SOLSTICIOS



El templo del Argiletum no era el único lugar donde los Romanos adoraron a Jano. Del otro lado del Tiber, un altar fue dedicado a este dios en la colina de Ianus (Ianiculum).

Un segundo altar fue erigido sobre la colina Oppius, que desempeñaba un papel principal en las ceremonias de iniciación cuando los niños se hacían hombres.

El cónsul Marcus Duillius construyó un templo sobre el Mercado de la Verdura (el Foro Holitorium), después de su victoria naval de Mylae (260 a.C.). Fue reconstruido más tarde por el emperador Tiberius. En este templo, doce altares fueron erigidos y dedicados a los doce meses.

También existió el Arco de Ianus Quadrifons, en el Velabrum.

© Carlos Sánchez-Montaña

Fuente
http://eltablerodepiedra.blogspot.com/2008/03/templo-de-jano-quirino-en-roma.html


BATALLA DE CASEROS

Batalla de Caseros – 3 de Febrero de 1852

El 21 de noviembre de 1851 se firmó en Montevideo el tratado de alianza entre el imperio del Brasil, Entre Ríos (con Corrientes como agregada) y el Estado Oriental, para llevar la guerra contra la Confederación, bajo la máscara de una cruzada contra el “dictador argentino”.

Conviene recordar las cláusulas de este tratado, cuya mención suele omitirse por explicables escrúpulos.

Después de fundar su acuerdo en declaraciones y los preparativos bélicos del gobernador de Buenos Aires, los firmantes declaraban solemnemente no llevar la guerra a la Confederación sino a su gobierno y convenían luego la forma de la colaboración. La iniciativa de la guerra se atribuía a los estados de Entre Ríos y Corrientes, reservándose el Brasil y la Banda Oriental el papel de “meros auxiliares”. Además del aporte militar, ya mencionado, el Brasil se comprometía a financiar la campaña, mediante la entrega de cien mil patacones mensuales, al seis por ciento de interés, durante el término de cuatro meses, más todo el material de guerra que le fuese solicitado y que se consideraría como empréstito adicional. Urquiza debía hacer reconocer esa deuda, en efectivo y armamentos, por el gobierno futuro de la Confederación; mientras tanto, ella quedaba a cargo de Entre Ríos y Corrientes, las cuales daban “desde ya” en hipoteca, como garantía de su pago, todas sus rentas y territorios de propiedad fiscal. Por el artículo VIII se establecía que el Ejército Imperial permanecería (sin fijar término) ocupando la Banda Oriental, para responder a cualquier requisición de Urquiza; pero se agregaba expresamente que podría trasladarse al teatro de la guerra por su propia decisión, aunque dicha requisición no se produjese: es decir, que se le dejaba la puerta abierta. Por el artículo IV se ratificaba el compromiso de conceder la libre navegación de los ríos y por el XX volvía a reconocerse la independencia del Paraguay. Se trataba, como se ve, de un convenio leonino, con todas la ventajas para el empresario.

A cambio de la ayuda extranjera para su empresa interna, Urquiza renunciaba a derechos inherentes a nuestra soberanía y precipitaba la desintegración de la patria. Brasil ganaba el territorio paraguayo librado a su influjo, la ocupación sine die del Uruguay, el libre acceso por nuestra vías fluviales a su provincia del Mato Grosso y un derecho real de hipoteca como acreedor privilegiado sobre todos los recursos de dos provincias argentinas.

Mucho más, por cierto, y con un riesgo mínimo, de lo que hubiese podido esperar de una guerra victoriosa.

Ese tratado debía permanecer, por supuesto, secreto (art. XXI), para evitar la oleada de indignación que habría provocado su publicación anticipada, poniendo en peligro el éxito de los confabulados.

Inicio de las operaciones

Urquiza inició enseguida sus operaciones. Después de concentrar sus fuerzas en Gualeguaychú, se movió hacia el Paraná y lo cruzó, sin encontrar la resistencia que esperaba por el lado de Santa Fé. El gobernador de esta provincia, general Echagüe, en efecto, al no recibir los refuerzos que había solicitado, resolvió batirse en retirada para unirse al grueso del ejército de Rosas. Casi sin obstáculos, Urquiza pudo proseguir su marcha sobre Buenos Aires y llegar al Arroyo del Medio a mediados de enero. En San Lorenzo le había desertado en masa, matando a su jefe, la división de Aquino, fuerte de 600 hombres, para pasarse al ejército de Rosas.

Salvo una escaramuza, en los campos de Alvarez, con un destacamento de las fuerzas del coronel Lagos, jefe del departamento del norte, el ejército aliado pudo conseguir sin inconvenientes su camino sobre la capital. Se había impuesto, en los consejos de guerra de Rosas, la táctica de concentrar todas las fuerzas en el campamento de Santos Lugares para resolver la contienda con una batalla decisiva.

Con todo ello, no se había presentado en el campamento de Urquiza ni un solo hombre de Buenos Aires, mientras que de aquél desertaban continuamente muchos para incorporarse al del Restaurador. Las “Memorias” del general César Díaz –jefe de la división oriental del ejército aliado- nos dan un preciso testimonio del estado de poblaciones. Parece que el mismo Urquiza se impresionó por la frialdad con que lo recibieron en Pergamino y en Luján y manifestó dudas sobre la legitimidad y la oportunidad de la empresa en que se había lanzado, aunque tratando de cohonestarla con el pretexto de la “organización nacional”. La popularidad de Rosas –afirma el autor- “era tan grande o tal vez mayor de lo que había sido diez años antes”. Todavía en la víspera de la batalla –el 1º de febrero- 400 hombres más abandonaron el ejército aliado para plegarse al de Santos Lugares.

Hay un problema de Caseros que sigue sin solución y es el referente a las relaciones de Rosas con el general Pacheco, que por su prestigio militar y su cargo en el comando de Santos Lugares, era el jefe indicado para organizar la batalla decisiva. No obstante ello, renunció en las vísperas, fundándose en el hecho de haber asumido Rosas personalmente la dirección de la campaña.

¿Desconfió Rosas de Pacheco? ¿Hubo motivos para tal desconfianza? Parece seguro que aquél desaprobó una maniobra de su subordinado, al abandonar la defensa de Puente Márquez, en lugar de hacerse fuerte allí; y es posible que, en las circunstancias en que se encontraba, haya atribuido esa retirada a un súbito enfriamiento de la fe o a un debilitamiento de la voluntad. Se explica así su decisión de asumir personalmente el comando. Como también se explica la reacción de Pacheco, que fue natural en un hombre de honor al sentirse sospechado: tanto más valiosa cuanto que arrostraba con ella el disgusto del Restaurador, en momentos decisivos fue, con todo, una más en el cúmulo de circunstancias desgraciadas que decidieran la caída de Rosas y el fin de la Confederación. ¿Habría sido otro el resultado de la batalla, de haber comandado Pacheco las fuerzas argentinas? Sólo Dios lo sabe.

A fines de enero, las tropas aliadas se encontraban ya a la vista de Buenos Aires, defendida por su ejército veterano. Rosas convocó a un junta de guerra en la noche del 2 de febrero, a la que concurrieron el general Pinedo y los coroneles Chilavert, Díaz, Lagos, Costa, Sosa, Bustos, Hernández, Cortina y Maza. Se decidió dar la batalla al día siguiente. El ejército de Urquiza estaba constituido por los contingentes del litoral, al que se había sumado la flaca pero activa legión de los emigrados; por la división oriental, en la que pululaban los extranjeros, y por la brasileña, animada del odio atávico y ansiosa de lavar la humillación de Ituzaingó. En la función de boletinero del ejército y vestido con un raro uniforme de coronel francés, venía el ya celebre polemista don Domingo Faustino Sarmiento. En la artillería, un joven coronel que hacía versos malos y se llamaba Bartolomé Mitre. Ambos futuros presidentes de la República habían allegado a Gualeguaychú en un barco de guerra brasileño y habían sido presentados y recomendados por el comandante brasileño al general Urquiza. Las fuerzas aliadas alcanzaban a 24.000 hombres.

El ejército de la Confederación, animado por la voluntad de defender una vez más el honor y la integridad de la patria contra la agresión extranjera y sus cómplices, alcanzaba a 22.000 hombres -12.000 de caballería y el resto infantería— pero muchos eran bisoños, sin ninguna experiencia de guerra. Sus 60 cañones viejos casi no tenían munición.

El choque se produjo el 3 de febrero en las inmediaciones del Palomar de Caseros. La batalla comenzó a las nueve de la mañana y terminó al comenzar la tarde. Rosas, herido en una mano de un balazo, se alejó acompañado de un auxiliar. Bajó un ombú situado en Hueco de los Sauces (actual Plaza Garay) redactó su renuncia que encomendó a su ayudante, quien inmediatamente la hizo llegar a la Junta de Representantes. Luego, cubierto por un poncho, durmió —llevaba tres noches en vela— una hora. A las cuatro de la tarde llega a la embajada inglesa; esa misma noche, con el auxilio de Manuelita, el embajador inglés Gore lo convence de la necesidad de refugiarse en el buque de guerra Centaur, anclado en la rada. Rosas lo hace finalmente y junto con algunos miembros de su gobierno navega, días después, hacia el exilio en la nación que él mismo, años atrás, obligara a agachar su altivez imperial ante la denodada defensa de la soberanía argentina.

El 20 de febrero las tropas vencedoras de Urquiza, Caxias y Márquez de Souza entraron en Buenos Aires y desfilaron por sus calles.

Llevaría mucho espacio analizar el trasfondo y las circunstancias en que se desarrolla la traición de Urquiza, no a Rosas sino a la Patria. Pero si tratásemos de adoptar una actitud pragmática, podríamos echar un vistazo a las consecuencias de Caseros y determinar así las “bondades” de la actitud del general en jefe pasado al enemigo que debía enfrentar.

Consecuencias de la Batalla de Caseros

1) Pérdida definitiva de la Misiones Orientales (territorio de igual superficie que la provincia de Entre Ríos), que correspondía por derecho a la Argentina y se cedió con motivo de los pactos firmados por Urquiza al entrar en alianza con los brasileños.

2) Ridícula renuncia a la soberanía sobre nuestros ríos interiores, regalando vilmente lo que se había conseguido luego de tantos años de bloqueo y sangre argentina derramada. Esto se realiza a través de la sanción de la Constitución Nacional y bajo el influjo del pensamiento alberdiano de que había que abrir nuestros ríos a la “civilización” (conceptos inexistentes en todo otro lugar de la tierra).

3) Derogación de la Ley de Aduanas (primer acto de gobierno de la administración que sucede a Rosas). Esto significó la ruina de la naciente industria nacional y la entrega de nuestro mercado interno al poder económico predominantemente inglés. A partir de allí recorreremos un acelerado camino hacia un sombrío destino de colonia económica británica.

4) Endeudamiento externo a favor del Brasil, ya que después de Caseros se reconoce como deuda de la Confederación (es lo que Urquiza había firmado con el Imperio) los fondos facilitados para financiar la campaña contra Rosas.

5) Abandono de la firme política exterior llevada adelante por Don Juan Manuel, conocida como “Sistema Americano”, es decir la unidad de las naciones americanas para enfrentar la prepotencia de los países europeos, puesta en practica en forma triunfante durante los bloqueos sufridos por la Confederación.

6) Transformación de la antes altiva Confederación en un mero apéndice de la diplomacia anglo brasileña, provocando primero el abandono a su suerte de la hermana república del Uruguay que caerá bajo la total dependencia político económica del Imperio esclavista. Trama completada casi una década después con la completa destrucción del Paraguay, último freno a la voracidad territorial del Brasil. Destrucción a la cual no solo no nos opusimos, como debimos oponernos por lasos de histórica hermandad en la lucha contra el enemigo histórico, sino que participamos del crimen al ser parte de la alianza que arrasó la tierra guaraní. Nunca mejor puesto el nombre de “Guerra de la Triple Infamia”.

7) Pasar de ser un país antiesclavista (Don Juan Manuel tenía gran ascendiente sobre las comunidades de africanos residentes en Buenos Aires) a ser gendarme del Imperio, al firmarse tratados por los cuales se comprometía a la Confederación a deportar a todo esclavo que se escapara hacia suelo argentino en busca de la libertad que la mismísima Constitución Nacional establecía al abolir para siempre la esclavitud.

¿Puede alguien honesta y seriamente alegar que el resultado de Caseros benefició a la Nación Argentina?

Cada uno tendrá su respuesta, LA VERDAD SIEMPRE ES ÚNICA.


Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

Palacio, Ernesto – Historia de la Argentina 1515/1938

Nuestra Historia Argentina – Tomo 3. Pág. 96 – Editorial Oriente S.A. – Buenos Aires (1981)

Reggi, Ing. Luciano – 3 de Febrero, Derrota Nacional de Caseros y el Cnel. Martiniano Chilavert.



Fuente
www.revisionistas.com.ar


Imagen
www.revisionistas.com.ar

GUACOLDA

He aquí pincelazos de un cuadro imaginario, hecho para contar la historia mítica de Guacolda y Lautaro...


Para algunos historiadores la existencia de Guacolda solamente consta en el poema épico La Araucana, escrito por Alonso de Ercilla (1533-1594), y por eso es probable que sea un personaje creado por el poeta para ejemplificar las características de la mujer mapuche.

Profundamente enamorada de Lautaro, sentimiento que era correspondido, le habría acompañado en sus últimos momentos antes de ser derrotado por Francisco de Villagra.

Cuenta Ercilla que:

"Aquella noche el bárbaro dormía
con la bella Guacolda,
y ella por él no menos se abrasaba".

Según la tradición, Villagra, vencedor, la habría llevado consigo y la mujer habría muerto de pena al poco tiempo.

A pesar de que la existencia de Guacolda pueda ser discutida, ha llegado a formar parte de los elementos que constituyen la identidad nacional.

Una mujer de carne y hueso.

Para los cronistas coloniales, en cambio, se trata de un personaje de carne y hueso y no dudan de su existencia y explican su nombre a partir del mapudungun Wa-kelü, o Wa-koli, (choclo, maíz - colorado, rojo), deduciendo, por ello, que habría sido de cabellera rubia o rojiza.

Para los españoles, su nombre era Teresa y era una mujer hermosa.

Guacolda se habría unido a Lautaro cuando este tomó la ciudad de Concepción.

Fray Diego de Ocaña, la religiosa Imelda Cano, el padre Rosales, y posteriormente Benjamín Vicuña Mackenna, coinciden en describirla como una bella mujer que fue seducida por el valor y el talento de Lautaro y que decidió seguirlo con decisión y coraje.

Las crónicas también señalan que Guacolda y Lautaro sirvieron en casas de españoles. Se dice que Lautaro sirvió al mismo Pedro de Valdivia y que Guacolda se habría criado en la casa de Francisco de Villagra.

Si bien los mapuches tenían un miedo supersticioso a los españoles, pues les atemorizaba tanto su presencia como para considerarlos dioses malignos, se podría inferir que ni Guacolda ni Lautaro les temían: ambos habían vivido en sus casas, los habían visto dormidos, enfermos, quizá borrachos, los habían visto comer, llorar y reír, y hasta habían limpiado sus armas.

Para ambos los españoles no eran dioses sino seres humanos, hombres de la tierra, como ellos y, por lo tanto, susceptibles de ser derrotados.

Cuando Lautaro dio por finalizado su aprendizaje, partió a unirse a la sublevación de su pueblo. Guacolda se le habría unido y ya no se habría separado más.

Guacolda habría estado presente en la toma de Concepción, en la Batalla de Mataquito, (1 de abril de 1557), y en el asalto a Santiago.

También habrían muerto juntos, en una emboscada tendida una noche por Francisco de Villagra.

Alonso de Ercilla y Pedro Mariño de Lobera cuentan, en sus respectivas La Araucana e Historia de Chile, que Guacolda habría predicho a Lautaro el desastre y la muerte en la víspera de la batalla de Chilipirco (batalla de Peteroa, 1557), donde ambos habrían muerto.

Rol de la mujer mapuche

En la sociedad mapuche, la mujer cumplía un rol económico de importancia, al desarrollar en mayor parte las tareas del agro; incluso, antes de formalizarse alguna unión matrimonial, el novio debía recompensar a su futuro suegro con algunos animales. Su vida transcurría entre la crianza de los hijos y las labores económicas; formaba parte de un grupo de varias esposas, que vivían en la misma ruca o vivienda mapuche, junto a sus hijos.

Descripción de González de Néjera

Alonso González de Nájera, autor del Desengaño y Reparo de la Guerra del Reino de Chile, describe a la mujer mapuche así:

"...Aunque en general tienen las mujeres el color más castaño que moreno, tiénenlo muchas veces verdinegro y quebrado, y unas más blanco que otras, según los temples de las tierras donde nacen y se crían... Son comúnmente de mediana estatura, y en general tienen grandes y negros ojos, cejas bien señaladas, pestañas largas y cabello muy cumplido... Su vestir es honesto para bárbaras, pues usan de faldas largas, mostrando sólo los pies descalzos y los brazos desnudos. Sus ejercicios son hilar y tejer lana de que se visten... Tienen a cargo las mujeres la labranza de las tierras, y el hacer los vinos...".

Imagen
laspitucasnylon.blogspot.com

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SANTA INÉS, VIRGEN Y MÁRTIR





Su nombre aparece en el Canon Romano

Desde el siglo VI la iconografía la representa como una joven con un cordero, bien a los pies o en los brazos, símbolo de la pureza y alusivo a su nombre.

En su fiesta se bendicen dos corderos blancos tras la misa que se celebra en la basílica de la Nomentana.

De la lana de estos corderos se confeccionan los palios que usan los papas, patriarcas y arzobispos en las ceremonias litúrgicas más solemnes.

Su fiesta se celebra el 22 de enero

Célebre y popular mártir de la Iglesia de Roma. Su nombre, Agnes, es la transcripción latina del adjetivo griego agne que significa pura, casta. También podría derivar del latín agnus, cordero.
Sufrió el martirio siendo muy joven, quizá a los 13 años, y fue sepultada en la vía Nomentana, donde hoy se levanta la basílica de su nombre.

VIDA

Martirio de santa Inés, de Ercole Ferrata


Los escritos que refieren noticia de la pequeña mártir son: el De Virginibus, 1,2, y el De Officiis, 1,41, de San Ambrosio; el poema 14 del Peristephanon de Prudencio (siglo V) y el himno, quizá ambrosiano, “Agnes beatae virginis” (PL 17,1210-11).

El papa San Dámaso (366-384) le dedicó, como a otros tantos mártires, un bello poema que se conserva aún en su mármol original, en la basílica de la vía Nomentana.

En el siglo V todos estos detalles de la vida de Inés que recogen las fuentes señaladas fueron fundidos y ampliados en una relación legendaria por un tal pseudo Ambrosio.

No tenemos noticia alguna de su nacimiento ni de su familia, que debió de ser cristiana.

Igualmente carecemos de noticias acerca de la fecha de su martirio, aunque la mayoría de los historiadores creen que fue una de las víctimas de la persecución de Diocleciano (304). Otros afirman que murió en la persecución de Valeriano (258-260).

Sobre el motivo del martirio la leyenda habla de su voto de virginidad y de cómo el hijo del prefecto de Roma llegó a enamorarse de ella.

Al pretenderla éste en matrimonio, Inés le rechazó. Ante la negativa, el joven recurrió a su padre, que, en calidad de prefecto de la ciudad, averiguó que Inés era cristiana, por lo que fue llevada ante el tribunal.

No están de acuerdo las fuentes arriba señaladas en cuanto al género de martirio que sufrió, pues si para San Ambrosio y Prudencio murió decapitada, y para el autor del himno Agnes beatae virginis degollada, para San Dámaso, en cambio, murió quemada.Hay que hacer notar que este papa se preocupaba de dar en sus epitafios la verdad histórica, que antes averiguaba con cuidado.

Aunque las distintas narraciones difieren en los detalles, coinciden, sin embargo, en cuanto al hecho de su martirio, que hay que admitir históricamente como cierto, así como su proclamación como mártir de la virginidad. El cuerpo de Inés fue sepultado en un campo de su propiedad: in praediolo suo, situado en la vía Nomentana.

CULTO

Interior de la basílica de santa Inés en la vía Nomentana


El nombre de Inés figura el 21 de enero en la Depositio Martyrum de 336, del que pasó luego al Martyrologium Hieronymianum y al canon de la misa romana y ambrosiana.

En el s. VI también se lee en el calendario de la Iglesia de Cartago, así como en otras liturgias occidentales.

La liturgia romana celebra una segunda fiesta de Santa Inés el 28 de enero, llamada en el Martyrologium Hieronimianum Agne genuinum.

Esta segunda conmemoración tiene todos los aspectos de ser una octava y por tal la tienen algunos Sacramentarios de los s. IX y X. Sin embargo, bien puede ser otra nueva festividad creada como contraposición al natali de passione.

El monumento más importante del culto es la basílica que sobre la tumba de la vía Nomentana mandó edificar Constanza, hija de Constantino, y en la que reposaron luego sus restos, juntamente con los de Elena, mujer de Juliano el Apóstata.

Esta basílica fue restaurada por el papa Símaco (498-514) y totalmente reedificada por el papa Honorio I (625-638), que mandó colocar en el ábside de la nueva basílica un bello mosaico, representando a Inés entre los pontífices Símaco y Honorio, vestida a la usanza bizantina.

En el s. XVII volvió a ser restaurada por iniciativa de los cardenales Medici y Sfondrati. El papa Honorio III (1216-27) trasladó la cabeza de la mártir al Sancta Sanctorum de la basílica lateranense, de donde en tiempos recientes pasó a la basílica dedicada a la santa en la plaza Navona.

El resto de sus reliquias, cuya autenticidad no es ciertamente segura, se conservan en la basílica de la vía Nomentana dentro de la arqueta de plata mandada hacer por el papa Paulo V (1605-21) y colocada en un pequeño nicho sepulcral, bajo el rico altar que también fue construido por orden del mismo papa.

La basílica fue elevada a título cardenalicio por el papa Inocencio X en 1654. En 1708 se erigió en ella una parroquia.

ICONOGRAFÍA

Santa Inés, de Giovanni Antonio Burrini


La figura de Inés es representada en el s. IV bajo la forma de una joven orante, como en el vidrio dorado del cementerio de Pánfilo.

Desde el s. VI la iconografía se fija representando una joven con un cordero, bien a los pies o en los brazos, símbolo de la pureza y alusivo a su nombre.

De esta forma se halla representada entre las vírgenes de la parte izquierda de la basílica de S. Apollinare Nuovo, en Rávena.

Bajo el mismo tipo es representada en la pintura prerrenacentista del Giotto o de fray Angélico. Los artistas del Renacimiento también se ocupan de Inés, siempre bajo el mismo tipo iconográfico: así Andrea del Sarto, Tintoretto, Domenichino.

Su fiesta se celebra el 21 de enero y en ella se bendicen dos corderos blancos tras la misa que se celebra en la basílica de la Nomentana, de cuya lana se confeccionan los palios que usan los papas, patriarcas y arzobispos en las ceremonias litúrgicas más solemnes.
FIDEL G. CUÉLLAR. (G.E.R.)


Fuente
http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php/50260-SANTA-INÉS-(-291-304-)
http://www.primeroscristianos.com/quien_era/santa_ines.html

LA CATEDRAL DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS


Catedral de San Cristobal de las Casas, Chiapas.wmv


Por José Félix Zavala

La Catedral humilde de Las Chiapas, nacida en 1539, orgullo indígena

En 1533 fue la primera construcción de este templo y de él sólo queda el campanario y una mole recubierta por el actual templo.

En 1539 fue modificada al ser promovida en Catedral de la Nueva Diócesis de Chiapas.

En 1696 la actual fachada Poniente fue bendecida por el Obispo Núñez de la Vega.

De 1714 a 1726 se construyen las tres naves actuales, la capilla de Guadalupe y la primera Sala Capitular.

De 1754 a 1766 adornan el espacio interior y primeros retablos barrocos de talla dorada.

En 1813 hubo una restauración y remodelación neoclásica del pináculo de la fachada Poniente y de la Portada Sur.

De 1902 a 1912 se substituyeron las ventanas barrocas por los grandes ventanales de estilo renacentista.

De 1921 a 1931 se construyó el baptisterio y modificaron las columnas corintias de los pilares barrocos de las naves.

LA FACHADA OESTE

En la sillería los santos muestran el plano simbólico de la Ciudad: Desde la Catedral se ordenan los barrios, cada uno tiene la advocación de un santo de la predilección de la orden religiosa que lo atendía.

De cada lado de la puerta principal, San Pedro y San Pablo recalcan su carácter de ciudad dual, un centro español y sus barrios indígenas.

Al sur de la ventana central, San Francisco indica la dirección del templo del mismo nombre que identifica al barrio franciscano.

Al norte Santo Domingo ofrece las mismas indicaciones para el convento dominico.

En el esquinero sur, San Francisco Javier indica la dirección de la Iglesia y Colegio de los Jesuitas (hoy Auditorio y Facultad de Derecho).

En el esquinero norte, un santo no identificado, mira hacia el campanario de la Iglesia de la Merced.

Arriba de una ventana del segundo piso un medallón muestra a un monje que carga “la Ciudad de Dios” de San Agustín.

Nótese que no hay efigie alguna de San Cristóbal, substituido por el Santiago Matamoros, patrón de la Antigua Guatemala.

En la época de su construcción, las calles estaban recubiertas con la arcilla roja de Cuxtitali y con la amarilla de Chamula, que dan a la Catedral sus colores.

Estos colores, identificados por calas, obedecen a un código simbólico que convierte la fachada en un huipil arquitectónico.

Su “tela” corresponde a los aplanados ocre-amarillo, su “trama” a los hilos ocre-rojo de las molduras horizontales. La base negro-de-humo imita el procesamiento de la lana negra de Chamula.

El “bordado” está dado por el crema-alfeñique del estuco, no sólo en la fachada oeste sino en “mangas” norte y sur de sus esquineros. Por debajo de la estatua de San Pablo, se discierne lo que queda de la antigua pintura de una olla de barro. El conjunto -cuya modestia refleja la pobreza de la ciudad- es un homenaje a la artesanía local.

EL INTERIOR DE LA CATEDRAL

Al principio del siglo XVIII, la Catedral era célebre por su artesón de madera tallada. El actual es una modesta reconstrucción artesanal, pero sin el oro y las pinturas estofadas que lució hasta el temblor de 1804.

Parte del artesón del presbiterio tiene todavía piñas y otros adornos que son la obra de los ebanistas de 1813.

Los dos retablos de las cabeceras de las naves laterales fueron tardíamente trasladados de la Iglesia de los jesuitas después de su expulsión en 1767. Datan de 1708. Hacen juego con el púlpito, de la misma fecha.

Los cuatro retablos barrocos datan de la mitad del siglo XVIII.

En todos estos retablos y en la sacristía hay pinturas de valor: de Correa, de Cabrera, y de otros pintores locales.

Fuente
http://eloficiodehistoriar.com.mx


http://www.youtube.com/watch?v=MudDZYXgySw

LA RAÍZ INDIA DE LIMA

Valle del río Rímac

LA RAÍZ INDIA DE LIMA
Parte III



La extensión del cacicazgo de Lima era, sin embargo, muy corta. No alcanzaba a Carabayllo ni a Surco, que tenían jefes propios, ni al santuario de Pachacamac. Se concentraba al valle de Lima desde el puerto de mar de Maranga, llamado Pitipiti, antecesor del Callao, por el norte, hasta que el camino del Inca entra en el valle de Chillán; por el sur hasta Armendáriz, en que partiría términos con el cacique de Surco, llamado Trianchumbi; y, por el interior, abarcaría, acaso, hasta los caseríos menores de Late, Puruchuco, Pariache y Guamchiguaylas, que ascienden a la sierra.

El área de atracción y de influencia de la aldea india de Lima era, pues, pequeñísima. Su cacique, uno de los más ínfimos régulos del Tahuantinsuyo, y aun el asiento de Lima, era parte de "la provincia de Pachacamac" como lo dice Pizarro en el auto para elegir el sitio de la ciudad. Hernando Pizarro y su hueste de jinetes, que pasaron en enero de 1533 hacia Pachacamac, no hubieran reparado en el cacique rimense si, en ese pueblo cuyo nombre no recordaba el cronista Estete, y en el que acamparon una noche, antes de llegar a Pachacamac, no les saludara, como Epifanía de la ciudad futura, un típico temblor de tierra. "Acaeciános –dice el cronista– una cosa muy donosa antes que llegásemos a él, en un pueblo junto a la mar: que nos tembló la tierra de un recio temblor y los indios que llevábamos, que muchos de ellos se iban tras nosotros a vernos, huyeron aquella noche, de miedo, diciendo que Pachacamac se enojaba, porque íbamos allí y todos habíamos de ser destruídos".

El mito del dios costeño y limeño se aclara así a despecho de antropólogos y lingüistas, como el símbolo de una cosmología popular que diviniza el mayor fenómeno telúrico y lo personifica en Pachacamac –el dios-temblor– como, más tarde, buscaría en el seno de la fe cristiana el auxilio divino, en Taitacha Temblores o en el Señor de los Milagros.

La raíz india de Lima está, pues, en el caserío de Limatambo y Maranga, regido por el Curaca Taulichusco. De él recibe la ciudad hispánica la lección geográfica del valle yunga, el paisaje de la huaca destacando sobre el horizonte marino; la experiencia vital india, expresada en las acequias, triunfo de una técnica agrícola avezada a luchar contra el desierto; el cuadro doméstico de plantas y animales, que el aluvión español modificará sustancialmente; algunas formas de edificación que podrían normar una arquitectura del arenal peruano y el nombre de Lima que tiene "sabor de mujer y de fruta", según Marañón, y que venció con su entraña quechua intrincable, a la denominación barroca de Ciudad de los Reyes.

Es el río Rímac, torrentoso, voluble y desigual, innavegable y huérfano de transportes, desconocedor del papel unificador de los cursos fluviales, camino frustrado, carente de paisaje y de alma, pero obrero silencioso en la fecundación de la tierra y creador oculto de fuerza motriz, el que impone su nombre a la capital indo-hispánica del Sur. Y hay, en la permanencia del nombre, acaso un sino espiritual.

"Rímac –dice el padre Cobo– es participio y significa el que habla, nombre que conviene al río por el ruido que hace con su raudal". Rimani significa en quechua hablar, pero no sencillamente hablar, sino hablar de cierta manera. El habla natural o lenguaje se dice Simi y Runa simi es el lenguaje del hombre. Pero Rimani y sus derivados tienen un significado especial, como rimapayani que significa "hablar mucho, con presteza" o rimacarini, "hablar disparates", o rimacuni, "murmurar" y rima-chipuni, cierta forma de celestinaje. Con lo que el nombre de Rímac encarnaría el destino parlero y murmurador de Lima, la tendencia a la hablilla y a la cháchara y también al ético placer de la conversación.

Lima, ciudad brumosa y desértica, de temblores, de dueñas y doctores, es un don del Rímac y de su dios hablador.


Por Raúl Porras Barrenechea

Fuente:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibVirtual/libros/linguistica/legado_quechua/la_raiz.htm

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2011/01/la-raiz-india-de-lima.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2011/01/la-raiz-india-de-lima_12.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/03/pachacamac.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/09/el-milagro-de-salta.html

LA RAÍZ INDIA DE LIMA

Cacique Gonzalo Taulichusco
Dibujo de E. Zapata


LA RAÍZ INDIA DE LIMA

Parte II

Por Raúl Porras Barrenechea



Las realizaciones urbanas y arquitectónicas alcanzadas por los yungas a la llegada de los españoles eran la aldea o marca, la pucara o fortaleza de adobes, la huaca o templo de piedra y barro, el tambo y la ciudad o hatun llacta como Pachacamac, Chincha, o Chanchán. El camino, las obras hidráulicas, la tendencia simétrica, el hermetismo de los lugares sagrados, los pozos sepulcrales revelan los progresos técnicos y las creencias. Son formas logradas y vivientes que supervivirán, algunas en la época española, junto con la toponimia que descubre las raíces étnicas y culturales. La casa yunga fue simplísima, de adobes y esteras y generalmente de tipo de ramada o vivienda de tres paredes y el cuarto frente descubierto, a la que se pone una reja y es un rancho republicano de Barranco o Chorrillos. Alonso Enríquez que recorrió la costa del Perú en 1534 dice que "no tienen casas sino setos de cañas, como corrales de gallina y ansi sucias desbaratadas". Y el contador Zárate que llegó en 1543 que "los indios de la costa no viven en casas, sino debajo de árboles o de ramadas". Cieza de León apunta, en 1548, que "los indios de los llanos y arenales no hacen las casas cubiertas como las de la serranía, sino terrados galanos o grandes casas de adobe, con sus estantes o mármoles y para guarecerse del sol ponían unas esteras en lo alto". El techo plano de estera, el adobe, la quincha son tradiciones que junto con el nombre indio recogerá la ciudad colonial, desalojando o reformando técnicas españolas.

La arqueología no ha aclarado, todavía, la extensión del cacicazgo de Lima y la importancia de los centros poblados alrededor de ella, como son Pachacamac, Ancón, Carabayllo, Armatambo, el Huarco y la misteriosa Cajamarquilla; lo que acaso aclaren las nuevas investigaciones del arqueólogo Stumer. El padre Cobo, el más ilustre historiador de Lima, nos dice que había tres pueblos grandes –Hatun Llacta– en la región de Lima que eran cabezas de tres hunus incaicos, de diez mil familias cada uno: Carabayllo, en el valle de Chillán; Maranga, huaca célebre y lugar arqueológico que ha cortado una irrespetuosa avenida republicana al Callao, y el más importante de todos, el pueblo de Surco o Armatambo, en las faldas del cerro solar, donde Hernando Pizarro se detuvo antes de llegar a Pachacamac. Este era el centro urbano más calificado de la región limeña y en la época de Cobo se veían aún "las casas del curaca con las paredes pintadas de varias figuras, una muy suntuosa guaca o templo y otros muchos edificios que todavía están de pie sin faltarles más de la cubierta". Los demás pueblos eran, dice Cobo, "lugarejos de corta vecindad". Cerca de Maranga estaba el "pueblo de Lima", que tenía aproximadamente media legua y se hallaba junto a la huaca o templo del dios Rímac, oráculo de la región. "Desde Limatambo a Maranga –dice el Padre Calancha– había una serie de enterramientos y casas o palacios, uno del rey Inca –la huaca de Mateo Salado– otro del cacique del pueblo y los demás de caciques ricos". Junto al río Rímac, a la banda del sur, había un lugarejo o tambo, en el mismo sitio que hoy ocupan la plaza y casas reales, que pertenecía, como las tierras colindantes, al cacique de Lima. Este lugar fue escogido por Pizarro para asiento de la ciudad, "por hallarlo ya proveído de agua, leña y otras cosas necesarias a una República y lo otro porque conjeturaba que sería más sano". La provisión de agua y su distribución por canales por el valle, es uno de los motivos determinantes de la elección del sitio de la ciudad. Las acequias juegan un papel decisivo.

Al fundarse la ciudad española el cacique de Lima era Taulichusco, "señor principal del valle en tiempo de Guayna Capac y cuando entraron los españoles". Un proceso judicial de la época revela las condiciones y extensión de su poder y la entraña del régimen incaico. Taulichusco, según los testigos indios, era "yanacona y criado de Mama Vilo, mujer de Huayna Cápac" y proveía los tributos que se enviaban al Inca y lo que éste mandaba. Un hermano de Taulichusco, llamado Caxapaxa era también criado de Huayna Cápac y "andaba siempre con el inca en la corte". El padre de Taulichusco, no obstante la sujeción del Inca y la protección de éste, tenía que luchar con los caciques "aucas", vecinos y rivales. Uno de ellos llamado Coli –acaso el de Chincha– entró por la fuerza en el valle, pero los indios viejos declaran que "había otros principales en el valle" y "tierras del sol y de las guacas" y de "otros caciques comarcanos". También se aclara el sistema de sucesión entre los curacas. Taulichusco, que alcanzó a recibir a Pizarro, "no gobernaba por ser viejo", en los últimos años, y ejercía el curacazgo su hijo Guachinamo, que se presentaba siempre ante los españoles "con gran servicio de indios". A Guachinamo le sucedió su hermano don Gonzalo que vivía en el pueblo de la Magdalena, que sustituyó a Limatambo, para alejar a los indios de sus idolatrías. En esa época, los indios del cacicazgo, que habían sido más de dos mil, se habían dispersado: unos se habían hecho yanaconas de los españoles en la ciudad, otros habían huido o se habían "desnaturado" de su tierra o se habían entregado "como vagamundos" a las borracheras. La mayor parte de las tierras y pastos que pertenecían al cacique, le habían sido arrebatadas y los indios estaban reducidos "a un rincón", según Pedro de Alconchel.

Una comprobación importante para la reconstrucción del marco geográfico limeño, en la época incaica, surge de este proceso, que abre ventanas al tiempo prehistórico. El cacique don Gonzalo pidió que declarasen los testigos sobre el hecho de que, al entrar los españoles en el valle de Lima, "había muchas chacras y heredades de los indios y en ellos muchas arboledas frutales: guayavos, lucumas, pacaes e otros todos" y que todos habían sido derribados para construir casas de los españoles y también los tiros de arcabuz. Pedro de Alconchel, el trompeta de Pizarro en Vilcaconga, declara que "avía muchos árboles de frutales y bosques dellos". El indio Pedro Challamay dice que, cuando entró el marqués, "hera todo de frutales de guavos e guayavos e lucumos y otros frutas y asimismo de camotales e donde cogían sus comidas". Y fray Gaspar de Carvajal, el cronista del descubrimiento del Amazonas, dice que, cuando él llegó a Lima, la primera vez "avía montes de arboledas e así lo era el sitio de esta ciudad e se iban los españoles dos leguas sin que les diese sol e todos estos árboles era frutales e agora ve que no hay ninguno". Marcos Pérez dice que Lima era "como un vergel de muchas arboledas de frutales". Y doña Inés de Yupanqui, la manceba india del Conquistador, recuerda el diálogo entre Pizarro y Taulichusco. Este protestó ante el Gobernador porque le quitaban sus tierras y "decía que adónde avian de sembrar sus yndios y que si le tomava las tierras se le irían los yndios y el marqués le respondía que no avia donde poblar la ciudad".

Fuente:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibVirtual/libros/linguistica/legado_quechua/la_raiz.htm

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etnilumidad2.ning.com

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LA RAÍZ INDIA DE LIMA


LA RAÍZ INDIA DE LIMA
Parte I

Por Raúl Porras Barrenechea


No es exacto que Lima sea exclusivamente española por su origen, por su formación biológica y social y por su expresión cultural. La fundación española, forjadora perenne de mestizaje, tuvo que contar con dos factores preexistentes; el marco geográfico y el estrato cultural indígena. Ambos influyeron decisivamente en aspectos y formas de la peculiaridad de nuestro desarrollo urbano.

Don Hipólito Unanue, vocero de la ilustración colonial y maestro de nuestra meteorología, definió ya el clima de Lima como el de una "eterna y continuada primavera". Los cronistas soldados del siglo XVI después de ambular por selvas y riscos y pantanos habían dicho ya su admiración al llegar a tierra de tanto sosiego y equilibrio atmosférico como la de Lima. Cieza de León en su crónica, hoy cuatro veces centenaria, publicada en 1553, expresó su contento viajero al decir: "Y cierto para pasar la vida humana cuando los escándalos y alborotos y no haciendo guerra, es una de las buenas tierras del mundo, pues vemos que en ella no hay hambre ni pestilencia, ni llueve, ni caen rayos, ni relámpagos, ni se oyen truenos; antes siempre está el cielo sereno y muy hermoso" . Y los poetas del siglo de hierro confirmaron el entusiasmo de los cronistas, entonando himnos a la benignidad del cielo de Lima y a la uniforme templanza de sus estaciones. Pedro de Oña el poeta de Arauco huésped limeño de los Virreyes dijo en su cántico a Montesclaros:

Soberbios montes de la regia Lima
que en el puro cristal de vuestro río
de las nevadas cumbres despeñado
arrogantes miráis la enhiesta cima,
tan extensa al rigor del almo estío
como a las iras del invierno helado.

Las constantes geográficas del clima limeño han sido señaladas precisamente por viajeros y geógrafos posteriores. Las preexistentes a la conquista fueron: la proximidad del mar, el suelo llano y desértico, los blancos arenales que conforman según el decir de Morand un paisaje lunar; el suelo de tierra arenisca delgada y fértil "que parece que la echó el Creador para hacerla habitable", la falta de lluvias que produce la esterilidad del suelo y el sistema de irrigación artificial por canales o acequias, el abono fácil en las islas vecinas, los sembríos de maíz, de yuca, de habas, de camotes, de frijoles, de maní y de algodón en los oasis verdeantes de los valles junto al curso rápido y torrentoso de los ríos, bordeados de arboledas frutales como los pacaes o huavas, las guayabas, paltas, chirimoyas, piñas, lúcumos y algarrobos; los bosquecillos de espinos, huarangos y algarrobos en las partes altas y en las bajas los sauces, chilcas y los juncales y aneas de los pantanos; la humedad ambiente condensada en la neblina y en la tenue garúa invernal; la fauna menuda y veloz, de gozquecillos, patos, palomas, cigüeñas, faisanes, perdices, venados y los clásicos gallinazos; sin animales temerosos como los lobos, salvo las águilas y astutas raposas, y los pumas sorpresivos. Los únicos fenómenos extraordinarios del ambiente costeño son el temblor cucuy y el hauyco o aluvión violento que desciende por las quebradas como un castigo de los cerros destrozando casas y sembríos.

La estructura geográfica original de suelo, clima, vegetación y vida animal, influye en primer término sobre el hombre y es reformada y definida por la acción de éste y por los recursos de su técnica. Del yunga costeño hablaban despectivamente los Incas, como lo comprobaron los cronistas primitivos Jerez, Sancho y Estete, que dicen de ellos ser "gente ruin y pobre", que no servía para guerra ni para gobierno. Esto, prescindiendo del alto nivel intelectual y artístico que revelan los vasos y dibujos estilizados de Nazca, las telas de Paracas y las esculturas chimúes. Coinciden en este desdén por el yunga u hombre de la costa, a través de los siglos, los amautas cuzqueños y los sociólogos marxistas de hogaño. Algunos geágrafos y viajeros han recogido también epidérmicamente, esa impresión deprimente del clima costeño sobre el hombre. Raimondi pensaba que el aire saturado de humedad hacía perder calor al cuerpo humano calentado por el sol. La tala de árboles suprimía las barreras a los vientos y favorecía el frío fisiológico. Middendorf creía que la falta de descargas eléctricas en el verano disminuía la capacidad de trabajo y el cielo plomizo cargado de nubes y la correspondiente falta de luz, más que la de calor, producían el decaimiento moral. En oposición a éstos, algunos científicos modernos afirman que el tiempo medio más favorable a la energía física e intelectual es el que va de 16º a 20ºC con 70% o 90% de humedad relativa y el de Lima oscila en 17º y 22º. El clima costeño, según Pedro Larrañaga, favorece en nuestros días, la vivienda y el taller baratos y ligeros, la suculencia de recursos alimenticios en que predominan las farináceas sobre las proteínas, permite el trabajo a la intemperie y ofrece reservas enormes de energía eléctrica proporcionada por los torrentes cisandinos.

Estas realidades geográficas básicas modelan las instituciones y las relaciones humanas. El yunga pescador y cazador obligado, se alimentó de carne y pescado crudo; se estacionó en los valles al borde de la fuente de agua única que recogió y distribuyó en canales para vivificar los sembríos de maíz y plantas alimenticias y construyó sus poblaciones agrícolas en las colinas o sitios encumbrados o cerros artificiales huyendo de la llanura o la tierra fértil por razones defensivas, económicas o mágicas. La huaca irguió su perfil en talud incorporándose a la visión del paisaje local.

La templanza del clima, la amenaza del temblor y la falta de madera y de piedra determinaron los materiales de construcción: paredes de adobes o torta de caña y barro y techos de troncos de árbol, paja, ramajes o totora. El vestido fue ligero y de algodón y los trabajadores los simplificaban en el trabajo que hacían semidesnudos. La benignidad del clima, la facilidad de recursos, el ahorro de energías, deciden, según Bennet, la placidez necesaria para la creación artística y el refinamiento de la técnica. El yunga descubrió sus calidades artísticas coloreando los muros con el ocre o granate de sus vasos y con los dibujos geométricos de sus tapicerías


Notas: Raúl Porras Barrenechea, (Pisco, Perú, 23 de marzo de 1897 - † Lima, 27 de septiembre de 1960) fue diplomático, historiador, catedrático, abogado, ensayista y senador. Datos de Wikipedia.

Fuente:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibVirtual/libros/linguistica/legado_quechua/la_raiz.htm

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josephramsey.blogspot.com