Control tras el volante


Desplazarse a diario en carro propio por motivos de trabajo exige las mismas medidas de seguridad, sentido común, precaución y astucia que cuando se viaja por vacaciones. La carretera representa siempre un acertijo, pues la puede "conocer" ampliamente pero no están exentas de sorpresas. Es decir, la misma ruta por donde siempre marcha a la oficina puede presentar un día un accidente, un derrumbe, falla de borde, levantamiento -o hundimiento- del pavimento. Son solo algunas de las eventualidades que repentinamente se pueden presentar en el camino. Aplican para las vías fuera de la ciudad, por ejemplo cuando va de paseo de fin de semana a la playa con la familia o en viajes más largos a otros estados para pasar vacaciones.

Para evitar accidentes, momentos desagradables, grandes sorpresas, es preciso por una parte realizar el mantenimiento periódico del vehículo y, por otra, mantenerse alerta.

No olvidar

En lo concerniente al medio de transporte, sea un auto o una camioneta, es preciso acudir al servicio del taller mecánico para revisar el funcionamiento del motor, la batería, los frenos, los cauchos, el sistema de iluminación externo e interno. Asimismo, cerciorarse del buen estado y funcionamiento de la batería, bujías, líquido de freno y demás fluidos vitales del vehículo (cambiar o reponer lo que haga falta).

Una limpieza general por dentro y por fuera permite un ambiente agradable para los ocupantes así como la eliminación de toda la suciedad y residuos que a diario de adhieren a las partes en contacto con el pavimento y el ambiente exterior.

También se deben alinear los cauchos y revisar la presión (incluyendo el de repuesto) para evitar malos ratos al aventurarse en las carreteras.

El limpiaparabrisas es fundamental si ha llegado la temporada de lluvia; también cuando viaja a zonas boscosas con densa niebla en diferentes momentos del día. El cepillo del limpiaparabrisas debe hacer perfecto contacto con el vidrio para eliminar la acumulación de humedad y permitir una correcta visibilidad del camino y todo lo que hay alrededor.

No hay que olvidar la caja de herramientas básicas en el maletero, además del cono para los casos de emergencia, una linterna y baterías de repuesto, paños o papel absorbente, entre otros.

Respecto al conductor propiamente, la persona que va a tomar el volante debe estar reposada, haber dormido y comido bien para mantener su sentido de alerta en el máximo nivel. Bastará con ochos horas de sueño (es recomendable conducir de día), una comida nutritiva, hidratación.

Asimismo, vestir ropa holgada y zapatos cómodos; hacer varias paradas en carretera para tomar aire, estirarse, comer y beber algo. Si alguno de los acompañantes sabe conducir y tiene licencia podrá ayudarle en el trayecto a su destino.

Es vital que todos usen el cinturón de seguridad, y contar con el asiento de bebés en la parte trasera para que viajen más seguros y cómodos. Los niños con edad  para viajar en el asiento del copiloto pueden llevar un cuento o un libro para leer, escuchar música para que no se aburran. Es preciso evitar que viajen sin el cinturón, saquen alguna parte de su cuerpo por la ventanilla, paseen entre la parte delantera y trasera del auto o peleen con los demás niños a bordo. Esto merma la concentración del conductor y simplemente puede desembocar en un accidente de medianas o grandes consecuencias.

Recuerde, la mirada debe estar puesta en la carretera y las manos al volante, por la seguridad de todos.

Marilin Pino A.