Cocina limpia y ordenada


Al hablar de higiene es indiferente si la cocina es amplia o estrecha, moderna o sencilla. Lo que importa realmente es mantener esta área vital del hogar en orden y bien limpia.

La cocina es uno de los espacios más frecuentados por todos los miembros de la familia e, incluso, por los familiares y amigos más íntimos. Es el sito donde se almacenan los insumos para preparar las comidas pero también allí se elaboran las comidas, lo que implica la manipulación de desechos.
 
Para mantener la higiene en esta habitación de la vivienda es pertinente mantener una rutina de limpieza y procurar ser lo más ordenado posible.

Para no olvidar
Al llegar con las compras, lo mejor es lavar y secar bien las legumbres, frutas e, incluso, las latas de productos en conservas para eliminar las bacterias que se les han adherido durante su manipulación y transporte hasta el supermercado. Por supuesto, las gavetas y demás contenedores de la nevera y otros muebles de la cocina deben estar limpios. Este es un trabajo que se debería hacer semanalmente.

 
Con respecto a la carne y el pollo, es más cómodo limpiar de una vez el producto para eliminar la grasa, lavarlo y luego congelarlo en las porciones que desea comerlas posteriormente. Puede colocarle el aderezo de una vez y meterlo al congelador. Los desechos se deben colocar en bolsas, sellarlas y eliminarlos lo más pronto posible para evitar que atraigan moscas a la cocina.

Los utensilios, la cubertería, ollas, platos y demás accesorios se deben lavar y secar bien para evitar la oxidación o acumulación de sedimentos.

Recuerde que mientras más tiempo deje los utensilios y  ollas con restos de comida más difícil será lavarlos. Los restos se pegan y, además, pueden dejar un olor desagradable.
Es recomendable apilar los trastes por grupos; es decir, platos hondos por un lado y los llanos por otro, luego las ollas, las tazas, los cubiertos. De esta manera podrá lavarlos y guardarlos de manera  eficiente.

Antes y después de cualquier preparación es importante limpiar la cocina y el mesón (o su equivalente) para eliminar las bacterias. La misma medida aplica para las tablas de picar -carne o pollo-, para eliminar cualquier foco de contaminación.

No hay que olvidar lavar periódicamente los guantes de tela, paños de cocina, toallas y demás accesorios de uso permanente.

En definitiva, mantener cada objeto limpio y en su lugar permite lograr un espacio más funcional y acogedor.
 
Marilin Pino A.